Revista Cultura y Ocio

¡felicidades santiago!

Por Manuel LÓpez Prieto @rigoly
¡FELICIDADES SANTIAGO!Hoy en día en España cumplir 80 años no es un hito demasiado extraordinario, muchas personas lo consiguen. Mi querido suegro Santiago alcanza hoy esta cifra tan redonda. Y lo hace, con la sabiduría que dan los años y la lentitud precisa de vivir cada día.Atrás quedaron años de penurias, ser el hijo mayor de cinco hermanos en los tiempos de la posguerra suponía mucho sacrificio en favor de la familia. Horas y horas de trabajos con aquellos primeros tractores que sudaban por las tierras de Los Oteros. Santiago es una gran persona, inteligente (me atrevería a decir que muy inteligente). Como tantos otros de su generación, no tuvo la oportunidad de estudiar y demostrar porqué era el primero de su clase: solo se le “permitió” trabajar y trabajar para el resto de la familia. Estrenó la democracia siendo durante doce años alcalde del pueblo y cuenta que les pagaban con un par de tabletas de turrón de cacahuete por navidad como agradecimiento a la labor política. ¡Cómo han cambiado las cosas!Que nunca se le vea enfadado se debe a poseer la calma y el sosiego del que piensa y reflexiona con sabiduría sin dar importancia a las cosas banales que a tantos nos supera. Posiblemente la tranquilidad y el nunca tener prisa para casi nada, le permite alardear de no haber tenido que probar las sábanas de un hospital y tener una magnífica salud.A Santiago, como a su padre, le encanta jugar la partida (cuenta mi suegra que más de un día, padre e hijo tuvieron que quitarle las puntas que sujetaban los cristales de esas viejas ventanas para entrar en casa porque la partida se alargaba y su madre se enfadaba. ¿ Y que iban a hacer si era casi lo único que podían hacer en esos tiempos?). Pocos días ha perdido de ir al bar a pasar media tarde jugando con los de siempre o con los que haya. Salir a pasear con el único objetivo de encontrarse con algún conocido y charlar un rato de lo que surja, porque las personas mayores al igual que los niños siempre tienen algo que hablar.La familia, su familia, nuestra familia ha sido y es lo más importante de su vida (de eso tenemos mucho que aprender las generaciones actuales). Su mujer, su hija, sus nietos, los hermanos y sobrinos… Desde luego da gusto verle disfrutar con sus nietos, ir al bar o al quiosco juntos, darles la propina siempre que se la piden, permitirles y consentirles lo que sólo los abuelos son capaces de hacer con los nietos y que los padres haremos cuando adquiramos la categoría de abuelos.¡Felicidades Santiago!

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