Revista Mundo vegetal
Felicité et Perpétue es mi rosal rambler favorito. De la familia de las siempreverdes, une la resistencia de R. sempervirens, originaria de la cuenca mediterránea, con la belleza de las flores de las rosas antiguas. El año pasado ya hablé de él. Podéis revisar la entrada de 2009 clicando AQUÍ .
Es un rosal cuyo único requerimiento es de espacio. No necesita poda (salvo que nos moleste alguna rama), ni tratamientos fitosanitarios (que por otra parte, son difíciles de dar en rosales de ciertas dimensiones), ni siquiera hace falta regarlo una vez bien enraizado. Si oliera un poco más, sería un rosal de ensueño.
"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.