Revista Opinión
Juan Carlos y Sofía reciben, junto a Felipe y Letizia, al Rey Abdalá de Arabia Saudí, en el 2008.
Arabia Saudí es el primer país productor de petróleo del mundo, el segundo en reservas –después de Venezuela– y uno de los principales suministradores de España. Ambos Reinos mantienen unas excelentes relaciones basadas en la amistad que comparten sus Familias Reales desde hace décadas, lo que ha servido para que empresas españolas pudieran participar en el proceso de modernización del país musulmán. Precisamente, el mayor contrato alcanzado hasta el momento por empresas españolas ha sido la construcción del tren de alta velocidad que une las ciudades de La Meca y Medina, el llamado “AVE del desierto”. La primera fase de las obras está previsto que concluya en 2017, y el deseo de Arabia Saudí es que lo inaugure el Rey de España.A principios de enero, el Ministerio de Exteriores confirmaba que se habían tomado las medidas de seguridad necesarias ante el inminente viaje de los reyes españoles a Arabia Saudí. Los reyes de España pensaban viajar el próximo 16 de febrero, realizando allí una visita oficial de tres días de duración. El embajador de Arabia Saudí, Mansour Bin Khalid Alfarhan Al-Saud, explicó que esta visita de los reyes de España serviría para “mantener y fortalecer las ya excelentes y cálidas relaciones entre los dos países”. La visita debería servir para que los nuevos reyes, Felipe VI y Salman bin Abdulaziz, dieran continuidad a la amistad que durante años mantuvieron sus antecesores, Juan Carlos I y Abdalá bin Abdelaziz. Sin embargo, la ejecución de 47 reos, el pasado 2 de enero, la decapitación de 151 personas durante el último año, las 87 ejecutadas durante el 2014 y la crisis posterior entre Arabia Saudí e Irán han enrarecido notablemente el ambiente. Un informe publicado por el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en la Península Arábiga confirmaba que el miércoles, 6 de mayo del 2015, cinco hombres fueron declarados culpables de asesinar a un guardia para robar su dinero. Después de su decapitación, que tuvo lugar en Jeddah, funcionarios sauditas colgaron los cuerpos desde un helicóptero con el fin de disuadir a otros de cometer tales crímenes. Durante el mismo año, se registraron 145 ejecuciones. 87, en el 2014. A falta de confirmación oficial, los reyes españoles no visitarán Arabia Saudí a mediados de febrero, como estaba previsto. El motivo esgrimido para suspender el viaje ha sido la actual situación política, que obliga a Felipe VI a permanecer en España. Una visita que se había convertido en incómoda después de que Riad ejecutase el pasado 2 de enero a 47 personas, incluido el clérigo chií Nimr Baqr al Nimr. A pesar de que España ha hecho bandera en los foros internacionales de la abolición de la pena capital, el Gobierno español guardó silencio inmediatamente después de las ejecuciones. Sólo el 4 de enero, tras el asalto a la Embajada saudí en Teherán, la Oficina de Información Diplomática (OID) difundió un comunicado en el que condenaba “toda vulneración del principio de inviolabilidad de sedes diplomáticas”, hacía un llamamiento a Arabia Saudí e Irán para que superasen la crisis “por vía del diálogo” y suscribía la declaración efectuada dos días antes por la a Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, reiterando su “firme e inequívoca oposición de principio a la pena de muerte en todo lugar y circunstancia”.El 4 de enero, “Podemos” reclamaba la suspensión del viaje real, alegando que no resulta “razonable que una institución como la monarquía, supuestamente neutral, realice una visita a un país en el que las mujeres sufren una discriminación sistemática y donde los defensores de los derechos humanos sufren una represión continua”. La secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Carme Chacón, criticó el viaje: “Ni es el momento, ni es el Gobierno oportuno para poner este viaje en la agenda del Rey, justo cuando Arabia Saudí ha ejecutado a 47 personas, el Gobierno está en funciones y el jefe de Estado trabajando intensamente en las consultas con los grupos políticos”.Las fuentes consultadas no vinculan la suspensión del viaje con las ejecuciones sino con la situación política española. El Rey tiene encomendada en este momento una misión muy delicada: designar al candidato a presidente del Gobierno, tras las consultas con los grupos políticos. Si el primer candidato no obtiene la investidura, el rey deberá repetir las consultas antes de proponer a otro, lo que previsiblemente alargaría el proceso más allá del 16 de febrero. Ni siquiera es seguro que la incógnita se haya despejado el próximo 8 de marzo, cuando los reyes tienen previsto iniciar una visita de Estado al Reino Unido.Mañana (y II):El rey Felipe quiere, pese a todo, “fortalecer las cálidas relaciones”
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