Revista Libros

Félix sancho gracia, el último conquistador

Publicado el 09 agosto 2012 por Mediasmentiras @mediasmentiras
FÉLIX SANCHO GRACIA, EL ÚLTIMO CONQUISTADOR
Todo el mundo le llamaba Sancho Gracia, aunque sus cercanos y la gente que le apreciaba le llamaba por su verdadero nombre, el de pila, que era Félix.
Le conocí hace casi 20 años en una fría noche de otoño.
Mi amigo Rafa y yo estábamos por una céntrica zona de copas de Valladolid, escasos de efectivos monetarios, cuando me propuso una idea que pasó de ser absurda a mítica.
Se celebraba por aquellas fechas la SEMINCI (la semana de cine internacional) un festival que se caracteriza por su buen gusto cinéfilo y por la calidad del mismo a ojos de la prensa extranjera.
Pues estábamos de noche, con poco dinero, aburridos y el bueno de Rafa propuso colarnos en esa fiesta que hacen de inauguración en todos los festivales donde están presentes todas las personas de la industria cinematográfica y alguna muchacha de gran escote en busca de un plan de pensiones.
Había barra libre de comida y bebida, era una oferta irrechazable por unos jóvenes e irreverentes muchachos.
No llevábamos unas pintas especialmente elegantes, pero le echamos morro, mirada al frente e indiferencia hacia los porteros de la fiesta. Entramos. Años más tarde mejoraríamos la técnica yendo de traje.
Estábamos en el paraíso, podíamos comer y beber todo lo que queríamos,pedíamos los cubatas de dos en dos, rodeados de gente famosa, tías estupendas y preciosidades que con el tiempo serían famosas como Elena Anaya ( cuya mano pedí a su madre, estoy a la espera de respuesta pero sospecho que será negativa la misma).
No voy a enumerar a los asistentes, no voy a comentar nada de la fiesta privada en la que derivó esta fiesta, hoy quiero recordar a Félix.
De cerca acojonaba, tenía el gesto serio, estirado, seguridad y una gran rotundidad en todo lo que decía.
Los que no tuvieron el placer de conversar con él hoy aludirán a Curro Jiménez, otros contaremos dos cosillas para recordarle como a él le habría gustado.
Nos acercamos a hablar con él,algo nerviosos,después de que nos examinó de arriba a abajo con gesto irónico le preguntamos sobre su capacidad amatoria tan comentada, y después de contarnos alguna historia con alguna famosa como Raquel Welch nos dijo una frase de esas que se te dejan grabadas, por su ingenio. Bueno, dijo varias, pero esta fue una : "chicos, ¡yo he metido kilómetros y kilómetros de polla!" y soltó una carcajada que resonó en toda la sala.
Se encontraba a gusto contándonos historias, yo diría que incluso aliviado de no estar con los famosos de turno. Era un galán de los que no quedan, guapete, educado, voz potente, canalla, golfo y en sus últimos años muy enamorado de su mujer. Una delicia de persona.
Años después nos volvimos a encontrar en la salida de otra fiesta. Llovía, a él ya le habían detectado el cáncer. El no llevaba ropa de abrigo y yo me ofrecí a dejarle el  mio, el Ribera del Duero me daba demasiado calor. Se negó a ello haciéndose el remolón, pero me miró y cambió de idea, se puso el abrigo por encima de la cabeza, me dio las gracias amistosamente y luego nos pagó unas cervezas (insistiendo)  con la amabilidad que siempre tuvo y la elegancia que pocos tendrán.
Me ha jodido su muerte hoy, no suelo apreciar a gente de otras esferas, este era una excepción, era todo personalidad, un gran actor y sobre todo era un buen tipo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog