En un año muy duro para muchas y muchas personas de nuestro alrededor qué mejor deseo que pedir para este 2014: sentido común y muchas oportunidades para todos nosotros.
“El despistado, se tropezó con ella
El violento, la usó como proyectil.
El emprendedor, para construir.
El campesino, cansado, la utilizó para sentarse.
El niño la usó como juguete.
Drummond, la usó como inspiración.
David, la usó para matar a Goliat.
Y Michelangelo, sacó de ella una magnífica escultura.”
En todos estos casos la diferencia no está en la piedra, sinó en el Hombre. No existe piedra en el camino que no la puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
Y recordemos que los caminos de ayer ya no valen para hoy. Que el 2014 nos traiga un sinfín de nuevas oportunidades para construir de nuevos.