Revista Cultura y Ocio
Parece mentira que ya se nos acabe un año más... Un año que en el mundo blogger para mi ha sido único, y especial. De 23 entradas que hice en 2013, he pasado a superar las 200 este año, y todo ha sido gracias a vosotros. Porque sino leyerais y comentarais, estoy segura de que no me preocuparía en hacer tantas reseñas, en crear nuevas secciones, o escribir sobre las ya inventadas. Ni me apuntaría a retos, ni a lecturas conjuntas, ni a sorteos, ni a nada que tuviera que ver con una reseña. Lo sé, y es cierto.
Todos escribimos porque nos gusta. Todos mantenemos un blog al día porque nos gusta. Pero creo que pocos escribirían sabiendo que nadie los lee, aunque digamos lo contrario. A mi no me importa tener 300 seguidores o 10, si esos 10 responden a mis entradas e interactúan conmigo. Es la magia del blog. Que gente que no te conoce personalmente se moleste en hacerlo por aquí, en saber lo que opinas, y en opinar por si misma. Y es lo que hace que yo esté aquí el último día del año, haciendo la última publicación del 2014.
Así que GRACIAS. Gracias por estar ahí siempre, por seguirme, por hablarme ya sea por aquí, facebook o twitter, y sobre todo, gracias por comentar y hacer de este lugar algo aún más especial. El 2014 ha sido un gran año, y espero que el 2015 sea aún mejor. Que sigamos conociéndonos y conectando, porque por lo poco que sé y veo hay gente por aquí que conectaría conmigo a la perfección, por gustos, por manera de ser, por como me tratan. Así que gracias por ello también. Mientras vosotros esteis, yo estaré.
Os deseo un 2015 cargado de sueños y deseos cumplidos, donde lo mejor que os ha pasado en este, sea lo peor que os pase en el año que entra. Donde encontreis la felicidad, o la mantengais si ya disfrutais de ella. Y donde todos consigamos tener un lugar en el que sentirnos especiales, únicos y queridos. Porque no hay nada mejor en el mundo que sentirse apoyado, y amado.
Empezar el nuevo año con una sonrisa, y no dejeis que ésta desaparezca a lo largo de los días. Aunque la vida os ponga a prueba, aunque paseis por momentos complicados y duros, no os olvideis de sonreir. Yo los pasé en 2014, el último de ellos en Nochebuena y aquí estoy, dispuesta a sonreirle a la vida y el 2015. Porque entre todos los momentos malos, siempre deben predominar los buenos, y de esos, también he tenido. ¡Me fui a Venecia! Un sueño cumplido. Y seguiré cumpliéndolos el nuevo año. Porque nada puede con nosotros, y nada debe poder. Ser felices, siempre.