(Tomado de la revista 'Papelillos de Marx Madera')
De nuevo Navidad. Se huele, se siente, pero, sobre todo, se ve. Las cadenas de televisión se engalanan con sus mejores y más machistas galas. Los espacios publicitarios, entre programa basura y programa basura, dan asilo a mujeres desparramadas, extasiadas por el olor de una exótica fragancia. Una sensual y francesa voz en off (eau de toilette) es la única que nos advierte de que lo que estamos viendo, lejos de ser una escena pornográfica, es, “solamente”, un anuncio de colonia. No obstante, a veces es difícil saber qué se está vendiendo, la colonia o la mujer. A lo mejor las dos “cosas”.
Asimismo, las cocinas de todos los anuncios se llenan de madres compungidas por el retorno de sus gallardos vástagos. Las barbie’s y otras muñecas de similar calaña pretenden convertirse, de nuevo, en el patrón estilístico de las niñas. Las campanadas de Nochevieja serán presentadas, otra vez, por estilizadas presentadoras de sublimes caderas y senos generosos que, luciendo emperifollados trajes de tirantes (en diciembre), nos felicitarán, monótonas, el Año Nuevo, entre gélidos castañeos de
dientes. De nuevo la mujer florero en escena, ésa que sólo es parte del escenario. De nuevo fiestas y cotillones llenos de enmascarados (maquillados) rostros de princesa. De nuevo la mujer (la parienta, la madre, la tía, la abuela) hace la cena, custodiada por la eterna Virgen María que, desde el belén, le guiña un ojo a modo de cómplice, como queriendo decir “es tu tarea”.
La Navidad, como sabemos, es el clímax del consumir. Pero no sólo aumenta el índice de compras y ventas materiales, físicas, sino también la venta de valores, de principios, de ideas. Es la fiesta religiosa, entre otras cosas, del patriarcado, la fiesta del nacimiento de nuestro Señor (que no “Nuestra Señora”). El rey, patriarca mayor de España, nos enviará sus mejores deseos, lleno de orgullo y satisfacción. Y otra vez la cuesta de enero, los regímenes dietéticos para los kilos de más del género femenino al completo. Vuelta a empezar, vuelta empezar. Feliz año ¿nuevo?