Cuando un año termina y comienza otro nuevo es época de hacer balance de nuestra vida y preguntarnos qué han significado esos 365 días para cada uno de nosotros. El tiempo parece pasar cada vez más rápido y eso es algo que ya no es noticia para nadie. El tiempo se escurre de nuestras manos, se evapora, y no hay nada que podamos hacer excepto exprimir cada minuto, hora, día, mes y año de nuestras vidas. Disfrutar de todos y cada uno de los momentos en los que podamos sentirnos vivos, eufóricos, llenos de entusiasmo e ímpetu, pero sobre todo, que esos momentos nos satisfagan y nos hagan sentirnos felices.
Quitándome el chip del modo filosófico y pasando a modo normal, espero que este 2014 sea incluso mejor que el anterior y que venga cargado de cosas buenas, aunque después de atragantarnos con las uvas no se yo si vendrán mezcladas con alguna que otra noticia mala... ¡necesitaremos la mejor suerte del mundo! Os deseo lo mejor para todos y cada uno de vosotros.
Con respecto al blog, intentaré actualizarlo lo más seguido que pueda... aunque dentro de nada llega la época de exámenes, así que ya sabéis lo que eso significa... ¡no poder leer casi nada! Pero bueno, después de la tormenta siempre llega la calma.
Besitos ^^