Mis queridos seres míticos. El día de hoy, justo en este momento, este blog cumple siete años. Para muchos pueden parecer pocos, pueden llegar a pensar que cualquiera puede llegar a siete años. Pero la realidad es que mucho hemos tardado para llegar a este punto. Más cuando el mundo de fuera nos consume tanto que es complicado mantener la constancia. En mi caso particular, muchos de ustedes lo saben, he intentado mantenerme al día, publicar al menos una reseña al mes, mantenerme activa en mis redes sociales, todo con la finalidad de recordarles que sigo aquí, que hay alguien leyendo dispuesta a compartir opiniones y momentos con todos ustedes.
Han sido largos y complicados años en los que he pasado por mucho y siempre me alegra recibir sus comentarios, sus libros, sus links e incluso un simple like en alguna de mis redes. Eso implica que están allá afuera, que están tan constantes como yo y que, incluso en el semi silencio, me apoyan. Es por eso que, un año más, les agradezco de todo corazón que se mantengan al tanto y que sigan ahí. Gracias por leer mis locuras, por dejar sus pequeños o grandes comentarios. Por estar, a secas. Espero que se mantengan este año también, porque yo vengo con energías recargadas para sorprenderlos con más lecturas. Se vienen cosas enormes, lo prometo, y ustedes pueden ser parte, un año más, de esto. En realidad este año tengo poco qué comentar, sólo que, ahora que he terminado la universidad (¡al fin, ya te habías tardado!) me verán por acá más cerca con algunos -muchos- libros que tengo todavía en celofán y en mi bandeja de entrada para que ustedes los conozcan, lo mismo que a los autores. Recuerden que los quiero dos montones. Saludos enormes,