Revista Cocina
Cualquiera diría: “las deudas no me preocupan, duermo a pierna suelta”. Esto no ocurre por casualidad, y se puede producir por dos causas que vamos a explicar detenidamente.
La PRIMERA CAUSA sucede cuando uno da sentido a la frase de que el dinero no da la Felicidad, pero ayuda a conseguirla. ¿Cómo?, pues analizando la regla de “llegar fin de mes”.
Vivir sin deudas, sin dificultades e incluso conseguir ahorrar no está nada mal. Existen estudios que explican cuatro aspectos fundamentales para alcanzar ese estado de seguridad financiera:
1. Conocer la situación actual de la economía familiar.
2. Elaborar un presupuesto personal.
3. Crear un fondo de emergencia.
4. Gestionar correctamente el endeudamiento.
Las claves para lograrlo son:
Asume el control de tu economía, no te limites a dejarte llevar por las circunstancias; gasta menos de lo que ingresas; destina una parte de tus ingresos al ahorro; ajusta tu presupuesto, siempre hay margen de recorte (llamadas, comidas fuera de casa, derroche de agua, luz…); establece objetivos concretos y haz un plan de ahorro para alcanzarlos; revisa este plan cada cierto tiempo para adaptarlos a los cambios que puedan producirse; mantén una cantidad de dinero disponible por si surgen imprevistos; controla tus deudas y recuerda que los préstamos tienen costes, así que piénsalo bien antes de pedir uno, por baja que pueda parecer a simple vista la cuota mensual.
La SEGUNDA CAUSA sería seguir una pauta saludable para dormir bien. Para algunas personas conciliar el sueño es un auténtico reto diario. Los insomnes habituales deben tener en cuenta estos consejos:
1. En la cama no se debe ver la televisión, escuchar la radio o comer.
2. Si eres incapaz de dormir al cabo de veinte o veinticinco minutos, levántate, sal del cuarto y realiza una actividad relajante o aburrida. Sólo hay que retornar a la cama cuando aparezca el sueño.
3. Evita las cenas copiosas, las sustancias excitantes y las siestas de más de veinte minutos. Si te echas un rato, ha de ser al principio de la tarde.
4. Intenta levantarte a la misma hora todas las mañanas.
5. Realiza ejercicio durante el día, pero no antes de ir a dormir, sino al menos tres o cuatro horas antes.
6. Intenta pensar, ver y leer cosas relajantes antes de ir a dormir.
Crea un ambiente que evite las interrupciones del sueño: Disminuye el ruido, baja el volumen de la televisión y/o la radio; regular la temperatura y la iluminación del cuarto; mantén la ropa de cama, las sillas y las almohadas limpias, secas, y libres de arrugas; usa ropa holgada y suave; comprueba que la almohada está bien adaptada; ir al baño antes de acostarse para disminuir las interrupciones del sueño, evitando tomar líquidos antes de acostarte; evocar imágenes agradables y relajantes una vez que ya estás en la cama, sin pensar ni reflexionar sobre lo que ha pasado durante el día, lo que pueda pasar mañana o pensar en la incapacidad para conciliar el sueño.
Diseño y Redacción por: A. Torres Rivero