Hoy os quiero enseñar el otro proyecto que hace poco os comentaba, enseñar y contar, porque este ha sido un encargo con historia.
La madre de Milagros es muy habilidosa y practica todo tipo de artesanía. Está enamorada del patchwork y se le cae la baba cada vez que una amiga le enseña sus avances en un taller al que acude. Pero ella no puede asistir porque depende de una botella de oxígeno y necesita ayuda para el transporte. No obstante, una de sus hijas la acompaña los lunes a un curso de manualidades en el que sí consiguen cuadrar horarios.
Es así, que para el día de la madre, a Milagros se le ocurrió regalarle un bolso de patchwork que yo le hiciera en el que poder guardar los materiales de las manualidades.
¡Y este es el bolso que le he hecho!
Quizás a alguna os resulte familiar. Es que es muy parecido a otro que hice hace ahora un año (pinchando aquí lo puedes ver). En esta ocasión lo he dejado cuadrado para reducir su tamaño y he cambiado algunas telas, pero respetando la tonalidad malva protagonista.
Como va a ser usado como bolso de labores, en el lateral he puesto esta tela con motivos de costura que compré en Entretelas Patchwork.
Para tirar de la cremallera también he aprovechado la alusión costurera.
El forro también es en los mismos tonos y en cada lateral he puesto un bolsillo.
La cremallera se la he puesto generosa, que si no luego es un incordio coger las cosas del interior.
Y si una vez cerrada nos molesta, pues... para dentro.
Mi gotita la he puesto en un rinconcito, junto al asa.
En la base he acolchado con la cuadrícula curva.
Y este llavero es mi pequeño regalo para esta madre cuya historia me ha conmovido. ¡Espero que disfrutes mucho tu bolso y que tus manos sigan haciendo maravillas!