Vívimos unas fechas especiales y quiero felicitarte por ello, pero si esperas el gif de un abeto con bolas de colores, no me conoces.
Aprovecha, estamos en fechas en las que puedes identificar a los cobardes que te rodean.
Y no me refiero –no solo– a empresas y vendedores que únicamente se atreven a enviar un email al año. No.
En estas fechas los débiles se desnudan.
Los que abandonan al primer traspiés y los sumisos crónicos que inventan jefes imaginarios.
31 de diciembre, día de los que hacen limpia.
El día en el que los pusilánimes abandonan aquello que no se han atrevido a concluir. Los que dan por imposible aquello cuyos resultados ansían pero cuyo camino no se atreven a recorrer.
Hoy se convencen de que no era para tanto. De que están bien como están. El día en el que repiten una colección de consignas que apaciguan el espíritu, como que lo importante es la salud.
Y luego está el 1 de enero, día de los despropósitos.
El día de los que se dicen que empezarán a vivir.
Los que esperan que una cifra en el calendario se convierta en su entrenador personal, en su jefe, en su sargento.
31 de diciembre y 1 de enero. Días diseñados para identificar a los que permiten que elementos externos dicten su destino.
Benditos sean.
Celébralos. Estos días y a los que los honran.
Porque son el mejor recordatorio de que estar dispuesto a tomar tus propias decisiones es suficiente para dominar el mundo.
Tengo un newsletter.
Cada día envío un nuevo consejo de ventas. Para vender más y mejor. Eso lo pongo yo.
Los oídos, el cerebro y la acción los pones tú.
No hay jefes, no hay insistencia, no hay motivación.
Eso es así para filtrar a los débiles.
Estos días hablaré de las trampas que nos ponen los clientes y que empujan a vendedores a hacer aquello que juraron nunca repetir.
Esas cosas que nos hacen responder como un resorte y prometer aquello que nos hace perder dinero, tiempo o respeto.
Que dos días al año marquen tu destino está mal. Que lo haga la puta frase de un cliente que probablemente ni siquiera acabara comprándote, bastante peor.
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Marcando esto aceptas la política de privacidadLa entrada Feliz día de los cobardes se publicó primero en mongemalo.