Hoy es el día de los Reyes Magos de Oriente! En los hogares los niños se levantan de la cama alborotados, nerviosos e ilusionados, esperando ir a ver los regalos que les han dejado los Reyes…
Apenas recuerdo que los Reyes me trajeran algo. No me portaba mal, seguramente pasaron de largo durante muchos años de mi vida. Mi memoria me lleva hasta cuando tenía unos 6 ó 7 años, cuando mi padre aún vivía con nosotros. La noche antes, dejábamos preparada una bandeja con dulces, algún licor para los Reyes -previsiblemente cansados de tanto trajín, yendo casa por casa dejando regalos- y un cubo con agua para los camellos. Nos ibamos a dormir pronto, bajo la amenaza de que, si nos portábamos mal, los Reyes pasarían de largo. Al despertar, íbamos todos los hermanos hasta la puerta de la sala, donde, a través del cristal esmerilado, se intuían paquetes de regalos. Nunca me decepcionaron y me hacía ilusión lo que me traían, aunque no coincidieran con lo que yo les había pedido…
Hoy, muchos años después y ya “de grande”, el día de Reyes lo vivo con un cierto desencanto. Solo los celebro desde que nació mi hija y cuando estoy con ella. Pero envolver los regalos y esconderlos por la sala de mi casa ya quedó atrás, en cuanto ella descubrió que los reyes éramos los padres. Tal vez a partir de ese día me di cuenta de que los Reyes Magos solo llegan a los hogares donde reinaba la paz y el amor, sobre todo cuando hay niños. Y me di cuenta también que nunca había sentido mi casa como un hogar, tal vez por eso los Reyes Magos pasaban de largo…
Pero cada día más renace mi niño interior, ese que todos tenemos en el corazón y siempre sonríe! Desde entonces, mi hogar lo forman las personas a las que quiero, estén o no conmigo, ahora. Todas esas personas a las que les regalo sin esperar nada a cambio todo lo que soy, siento y vivo, no solo el día de Reyes Magos, sino cualquier día de mi vida. Es lo mejor que les puedo regalar hoy y para siempre, porque hay paz, amor y felicidad, aunque sin envoltorios de celofán ni lazos de colores. Darse uno es el mayor regalo que existe, sobre todo cuando es lo mejor o tal vez lo único que tienes importante en esta vida. Porque, además, cuanto más te das, más tienes… esa es la verdadera y fantástica magia de los Reyes Magos!