Lo reconozco, me encanta recibir y hacer regalos, así que el día de la madre es uno de mis días favoritos.
Me gusta pensar que mis hijos han puesto todo su cariño y esmero en el regalo.
Y la verdad es que cada año me sorprenden. Así que enhorabuena a sus profesores por intentar superarse cada año.
He recibido tres regalos, ya lo sé soy una afortunada...y madre de familia numerosa.
Una de las cosas que más me gusta es como contienen las ganas de darme el regalo, y como están a punto de decirme lo que es, pero al final aguantan, esto lo han mejorado con los años.
Así que como manda la tradición a primera hora del domingo mis hijos me dieron mis regalos.
Ya sólo con los envoltorios me parecían preciosos, pero seguro que el contenido me iba a gustar mucho más.
Empecemos por orden. Mi hijo mayor me sorprendió con un imán. Que por cierto queda muy bien en la nevera.
Mi hijo mediano me entregó una rosa envuelta en papel celofán, tras darme todos los detalles de como estaba hecha, y lo mucho que le había costado. La rosa por supuesto ya ocupa su sitio en un jarrón en la mesa del salón.
Y por último el regalo de la pequeña, una preciosa réplica de su manita que en breve enmarcaré.
Así que como os podéis imaginar estoy más feliz que una perdiz y tan orgullosa de mis hijos que creo que he crecido unos centímetros este fin de semana.
Aunque espero que cada día me sigan regalando sus besos, sus abrazos y sus te quieros.
¿Tu también has recibido regalos?