Aún colea la propuesta hecha por la CEOE de pegarle un meneo al calendario de festivos que tenemos en España para que los días de fiesta que caigan un martes, miércoles o jueves se pasen a viernes o lunes. Dicho así suena idílico; pensar que todas nuestras semanas serían mucho más cortas e incluso soñar con que fuera una costumbre el que, cada 7 días, tuviéramos un viernes o un lunes libre.
El objetivo de la patronal y que ha surgido gracias el estudio titulado: Informe relativo a la racionalización del calendario de festivos, es evitar que haya abusos en el sector laboral y que en semanas como la del Puente de la Constitución, ésta se convierta en el Acueducto de Diciembre. Todo sea dicho, hay personas que, como si de estrategas se tratara, se sientan ante un calendario y calculan las variables a tener en cuenta para rascar algún día festivo de más a su jornada.
En un principio, la propuesta no afectaría al 25 de diciembre, 1 de enero o al 12 de octubre Día de la Hispanidad. Pero qué me dicen del Día de Reyes, pasaría de ser un día “Real” a un día imaginario. La fecha más feliz del año para muchos niños no tendría sentido. Imagínense que por el calendario, el 6 de enero cae un miércoles, según la patronal habría que moverlo al lunes o viernes, con lo cual los niños abrirían sus regalos…SOLOS, ya que sus padres estarían trabajando. Ese día pasaría de llamarse “mañana de reyes” a “mañana de abre solo los regalos que ya eres mayorcito”.
Y es que desde la patronal aseguran que sí estas jornadas se trasladaran al comienzo o fin de semana aumentaría la productividad y se evitaría el bajo rendimiento, algo por supuesto con lo que no estoy muy de acuerdo. A mí me da igual que haya un festivo a mitad de semana que al comienzo o al final, porque yo en definitiva rindo igual. Cuando veo la mesa llena de papeles, me siento, me tomo mí tiempo y al final lo digo: Me rindo.
Así que más vale dejar las cositas como están porque tampoco hay necesidad de estar volviendo loco al personal ya que seguro que si sale adelante esta propuesta, acabarán por pedir además que el jueves y viernes santo pasen a llamarse sábado y domingos santos y así nadie se escapa esa semanita. Y si me lo permiten, les dejo ya, que se acerca el mes de diciembre y ya tengo conmigo a varios matemáticos y profesores de álgebra, intentando ayudarme para ver de qué forma me resulta más productivo el puente de la constitución. Productivo para irme al Caribe claro.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…