Feliz Halloween!

Nos encontramos en plena fiesta del día de los muertos (Halloween). ¿Pero conoces alguna de las leyendas que rodean a esta fiesta? Hoy aprovechando la festividad vamos a explicaros la leyenda que rodea a la aparición de la calabaza en esta fiesta. Dicha leyenda, es una de las tantas que se cuenta en Irlanda, un país lleno de historias celtas que nos harán descubrir una cultura apasionante y totalmente diferente.

Según la leyenda hace muchos años, en Irlanda, vivió un hombre llamado Jack, que todos sus vecinos lo conocían como Stingy Jack (Jack el tacaño) por ser un hombre avaro y malvado, encima Jack tenía problemas con la bebida (como buen irlandés).

Un 31 de Octubre, Jack se encontraba en su taberna favorita borracho y sin ninguna moneda en sus bolsillos, el demonio estaba rondando por allí y encontró rápidamente a su siguiente víctima, Jack. Así que el demonio se acercó a él con una propuesta, él le daría una moneda para que se la gastase en lo que quisiera, pero en el momento que hiciera el intercambio, el demonio se quedaría con su alma. Jack aceptó rápidamente, pero al contrarío de lo que pensaba el demonio, Jack se guardó la moneda en el bolsillo y por ello el demonio quedó a merced de Jack.

Jack se guardó esa moneda durante años, y el demonio solo hacía que ir detrás de él para presentarle miles de tentaciones, y conseguir que Jack hiciera el intercambio. Pero Jack siempre conseguía sortearla sin desprenderse de la moneda, así que el demonio tuvo que aceptar que nunca podría conseguir el alma de Jack.

Finalmente, al cabo de los años Jack murió, y al llegar al infierno, el demonio no pudo dejarlo entrar porque su alma no le pertenecía, pero tampoco podía ir al paraíso porque había llevado una vida de holgazán y estafador. Así que fue castigado a vagar por las tinieblas eternamente sólo, con un único trozo de carbón encendido para que se pudiera calentar  y guiar hasta que se le apagara. Entonces Jack, para que no se le apagara cogió un nabo, lo vació y colocó dentro dicho trozo de carbón. Y desde ese momento, Jack vaga sin rumbo con su linterna para toda la eternidad.

Desde ese momento empezó la tradición de vaciar nabos y ponerles carbón o velas para usarlo como guía para los difuntos y para mantener alejados de las casas aquellos malos espíritus. Esta tradición, ha llegado hasta nuestros días, pero hoy en día se ha encontrado una hortaliza más fácil de vaciar que el nabo, la calabaza.

Así que debemos a Jack y sus paseos por las tinieblas esta curiosidad de Halloween que hace que tanto mayores como pequeños disfruten de esta fiesta tallando sus fantasmagóricas calabazas para crear tétricos juegos de luces y sombras. Y de allí el nombre de estas figuras, las Jack-o-Lanterns.

Durante estas fechas es un buen momento para organizar un viaje por Isla Esmeralda (Irlanda), así podréis conocer esta y muchas otras leyendas celtas de esta época como la noche de Samhain o del fin de la cosecha y muchas más.