Imagen del Pinterest de ¡Mamá qué sabe!
de su tablero "filosofía de vida"
Si hace dos años, cortábamos relaciones por una tontería, y aunque hayamos sido corteses cuando hemos estado enfrente, han sido dos años muy largos.
Por mi carácter, y por el suyo, hemos estado evitándonos. Aunque yo me disculpara en su momento, -sin tener que hacerlo-, e intentara que las Genovevas tuvieran una relación con su tío... Fue casi imposible.
Y ayer en el bautizo, al que iba con prudencia, con una cara un poco más larga de lo que yo misma esperaba tener, y con l'aînée en preaviso de que iba a estar un poco malhumorada, me hice soltar lastre. No tanto por mí, que ese "enfado" me reconcomía por dentro, algo que no entendía, visitas que no se realizaban, palabras que no se decían... Sino por ellas, por las Genovevas y su prima. L'aînée en concreto adora a su tía, y cada poco tiempo pregunta si podemos ir a verla, a ella y a su prima.
Ayer, al despedirnos, di el paso, paso que había comentado en la comida que iba a dar, pero que en dos ocasiones que busqué a mon beau-frère, no estaba. La mujer me comentó que estaba un poco enfadado y que mejor lo dejara para otro día. Y su hermano, mi marinovio, dijo que adelante.
Al despedirnos, le dije que dejáramos atrás las rencillas, que esperaba que viniera a vernos, y él me contestó que él esperaba que nosotras también fuéramos a su casa. Eso está hecho, pero serán visitas de ida y vuelta, repliqué. Sabes como es mi carácter, que no es tan distinto al tuyo. Y sonrientes, nos fuimos.
Así que... volvemos a tener un cuñado, y a vivir un lunes agotador. Pero desde otra perspectiva. Hay veces que es mejor tragarse el orgullo, por mucha razón que se tenga, y vivir en armonía, porque no sólo somos nosotros, sino que también hay una familia detrás que puede sufrir por unas decisiones tontas tomadas en un mal momento.
¡Feliz lunes! http://diariodealgoespecial.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss