Después de demasiados años buscando el espíritu de la Navidad, en sus luces, adornos, parafernalias, reuniones familiares, amigabilidad, etc., ahora me doy cuenta de que la Navidad es algo mucho más profundo que todo eso. La Navidad es algo que se descubre dentro de uno mismo, como todo lo esencial en nuestra vida! Fuera, son solo envoltorios dorados y adornos multicolores para escamotear la tristeza y la soledad de quienes viven solo desde lo aparente y efímero. Es dentro donde uno encuentra esa paz y ese amor que nos invita a sentir y a compartir con los demás la felicidad de este día… y de los demás! Quizás por eso, esa manera de sentir y de vivir no se circunscribe solo a estas fechas especiales, sino a cualquier día de nuestra vida en el que nos dejamos llevar por lo que sentimos dentro y abandonamos el miedo a amar y compartirlo con los demás!
Quizás el error mío fue pensar que la Navidad estaba fuera o que alguien me la hiciera sentir o que yo pudiera ser motivo de su felicidad! Y no es así, cada uno tiene su propia felicidad… aunque algunas personas sepamos recordárselo a los demás! Creerse la infalible e inequívoca felicidad solo en Navidad es un engaño que nos hace sufrir! Primero porque la felicidad está dentro de cada uno de nosotros, desde siempre y, segundo, porque tú no puedes sentir tu verdadera Navidad si no tienes el valor de intentar ser feliz!
Pero ya lo sé, hoy es el día de Navidad, de paz, amor y felicidad! Aunque para mí lo es ya cada día que siento en mi interior a quienes amo, a quienes me aman… aunque no lo digan o lo hagan en silencio, estén o no cerca mío, ahora! Y por eso hoy quiero rendir tributo a todas aquellas personas que durante su presencia o su ausencia presente en mi vida cotidiana han logrado que la Navidad sea ya cada día! Personas normales y corrientes, de cualquier edad, sexo y condición, que me encuentro cada día en mi vida privada o en mi trabajo, con los que comparto lo mejor de mí y recibo lo mismo de ellos. Seguramente no es mérito nuestro el habernos encontrado y sentirlo así, porque la vida nos ha puesto enfrente para que esos encuentros fueran siempre singulares, irrepetibles y siempre mágicos. Lo único que debimos lograr es dejar fluir nuestras emociones sin miedo, para vivirlo así, aunque con algunos fuera solo durante un tiempo, por alguna razón o para toda la vida!
Y, aunque mi felicidad hoy ya no depende de lo que vivo fuera, quiero desde aquí agradecer la presencia en mi vida de toda esa legión de ángeles que han convertido un día cualquiera en Navidad, recordándome constantemente mi camino hacia la felicidad, enseñándome a conocerme y amarme a mí mismo y a ellos, mostrándome con sus palabras, sentimientos y actos lo que nunca más debo renunciar! Cada una de esas personas que, siendo tal como son conmigo, aportaron y aportan luz a mi vida y me invitan a darme cuenta de que este mundo, a pesar de todo, vale la pena vivirlo cada día desde el Alma, con ilusión y amor!
Y sí, hoy es Navidad, mi primera Navidad en la que me siento feliz y amado, en la que no me importa lo que me quede por vivir, ni tan siquiera no tener un hogar donde celebrarla… pues -al fin- he descubierto que la Navidad solo es posible vivirla, disfrutarla y compartirla con y desde el Alma, donde sin duda están todas esas personas singulares y mágicas que han logrado que cada nuevo día sea para mí una nueva Navidad, llena de paz y amor! A todas ellas y a ti, te deseo una muy feliz Navidad… cada día de tu vida!
PD. Mi regalo especial para ti esta Navidad es mi último libro “Contigomismo, casi un gato…”, que encontrarás en el lateral derecho de esta página y podrás bajarte gratuitamente en Pdf. Espero te guste, está escrito desde el corazón…
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