Revista Coaching

Feliz Navidad 2015

Por Candreu
Feliz Navidad 2015Entre todas las estrellas que brillaban en el cielo, siempre había existido una más brillante y bella que las demás. Todo el firmamento la contemplaba con admiración preguntándose cual sería la misión que debería cumplir. Un día, unos ángeles fueron a buscarla: "Ha llegado tu momento, el Señor te llama para encargarte una importante misión".
Debía ser señal del acontecimiento más importante de la historia. La estrella se llenó de orgullo y brillaba con más fuerza y luz que nunca mientras emprendía el camino hacia su destino escoltada por varios ángeles. Los ángeles se pararon sobre un establo.
- ¿Pero esto qué es? -dijo la estrella- Aquí no hay ningún palacio, ningún castillo, ninguna mansión, ni oro, ni joyas... Sólo un establo medio abandonado, sucio y maloliente. Yo no pienso desperdiciar mi brillo en un lugar como este. Nací para algo más grande. Es imposible que aquí suceda lo más importante de la historia.
Los ángeles trataron de calmarla, pero su furia creció, creció y creció. Juntó tanta soberbia y orgullo que acabó estallando y desapareciendo.
En el Cielo se armó un revuelo. Quedaban pocos días para el gran acontecimiento y se habían quedado sin estrella. Los ángeles contaron a Dios lo ocurrido. Y este les dijo:
- Buscad y llamad a la más pequeña, a la más humilde y a la más alegre de todas las estrellas que encontréis.
Los ángeles, aunque sorprendidos, obedecieron al Señor y viajaron por el espacio hasta que encontraron a la más pequeña de las estrellas. Apenas un grano de arena que no le daba ninguna importancia a su brillo y se dedicaba a reír y charlar con sus amigas las estrellas más grandes. Los ángeles pidieron a la estrella que les acompañara a ver a Dios. Este le dijo:
- Querida estrella, he pensado en ti, la más humilde y alegre de todas las estrellas, para alumbrar el hecho más importante de la historia: el nacimiento del Niño Dios en Belén.
Cuando la estrellita llegó a Belén, se dio cuenta de lo insignificante de su brillo y pensó que no debería haber aceptado el encargo. ¿Qué iba a hacer una estrella tan pequeña como ella en un acontecimiento tan grande como aquel? ¡Que pena! ¿Cuántas estrellas grandes hubieran deseado estar allí esa noche?. Y entonces tuvo una idea: escribió un telegrama a todas sus estrellas amigas para invitarles el 25 de diciembre a medianoche a acompañarle a alumbrar semejante acontecimiento.
Ninguna de las estrellas rechazó tan generosa invitación, y tantas estrellas juntas formaron la Estrella de Navidad. El Niño Dios al ver aquel acto de amistad, convirtió a la estrellita en una estrella fugaz, y le dio la oportunidad de conceder un deseo a todo aquel que algún día la vea correr por el firmamento.
¡¡FELIZ Y SANTA NAVIDAD!! Y QUE EL 2016 VENGA CARGADO DE HUMILDAD, GENEROSIDAD Y MOMENTOS INOLVIDABLES

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