Hace algunos días caí en la cuenta de que faltaba poco para la entrada número 300. Desde entonces, un pensamiento está rebotando y rebotando en mi cerebro: ¿qué vas a escribir para "conmemorarlo"? El número no me dice mucho (lo único que me viene a la cabeza que empiece por 300 es 300 millones), pero es bien redondo como para dejarlo pasar. Desde hace menos días, otro pensamiento rebota también en mi cerebro: ¿cómo felicito la Navidad en el blog?, ¿un poemilla, un vídeo, un villancico, una imagen...?
Hace dos minutos ambos pensamientos se han cruzado y todo resuelto: nada mejor que celebrar mi entrada 300 deseando Feliz Navidad a los "seguidores" del blog (bienvenida Antonia), a los lectores, a los que comentan, a los que sólo miran, a los que llegan aquí por error, a los que se cansaron,... a todos.