Feliz Navidad, a pesar de todo
23 diciembre 2013 por Naima Tavarishka
Aunque no soy muy navideña, tampoco soy de las que va reventando estas fiestas a quienes sí las disfrutan. Vive y deja vivir. Tan simple como eso. Hay quienes se afanan en no practicar esta máxima, en esta y en cualquier otra fecha, da igual; su misión en la tierra es demostrar que no tienen suficiente con su vida, sino que quieren manejar las de los otros.
Son tantos los derechos conculcados en estos últimos tiempos que estamos en un punto de difícil reconversión, al menos mientras las urnas sigan dándoles esas cartas que ellos han tomado como blancas.
Vivimos una vuelta atrás torpísima y absurda que da al traste con el progreso y el bienestar de las últimas décadas de un plumazo. Y lo siento mucho por generaciones enteras, pero sobre todo por quienes se partieron la cara luchando por conseguir lo que ahora nos quitan de una forma tan violenta como cualquier guerra.
Porque violencia es también todo esto que vivimos; una forma sucia de exprimir voluntades; una manera cobarde de machacar al débil; un camino plagado de trampas crueles; un trayecto desesperanzador que mina la moral.
Pero así incluso hay algo que no pueden hacer: no pueden quitarnos la capacidad de indignarnos; sigamos protestando por este atraco a mano armada; no caigamos en la apatía ni en la aceptación de tanta agresividad; apostemos por la suma frente a tanta resta.
Feliz Navidad, a pesar de todo.