Revista Opinión
La Navidad es una época de compartir, de reflexionar, de acordarse de los seres queridos, de decirles lo mucho que significan para nosotros. Pero está Navidad va ser diferente a la de otros años por culpa de la pandemia. Y el año que viene y a pesar de la vacuna no va ser mejor, porque hay demasiadas personas que aún no son conscientes en la situación que nos encontramos. Un ejemplo es la conversación que oí a dos señoras que andaban delante de mí, hablaban de las reuniones familiares este año y las limitaciones que el gobierno iba imponer en cuanto a las personas que pueden juntarse en las viviendas en Navidad. Las dos coincidían en una cosa, que irían a sus casas los mismos que otros años y que no iban hacer ni caso a lo que diga el gobierno. Y la verdad es que es muy difícil que se pueda controlar los familiares y otros que puedan estar en una casa. Por mi parte tanto en la Noche Buena, como en Año Nuevo lo voy a pasar solo en mi casa, no pienso arriesgarme para nada. Lo lógico sería hacerse un test todos los que se reúnen en las viviendas y de esta forma evitar contagios y poder disfrutar de esta fiesta tan entrañable, pero no se hace. Y acabamos un 2020 para olvidar, pero aunque aparezcan grietas y se abran huecos en un futuro incierto, ha llegado el momento de acudir a lo soñado y de recuperar eso que nos dicen que es imposible.¡Feliz Navidad y prospero Año Nuevo! Y no olvidar de cerrar los ojos y pedir un deseo.