Acabo de releer la entrada del fin de año del anterior a este, donde deseaba un año … un poco mejor. Las odiosas comparaciones hacen difícil calcular si este que se acaba fue en algun aspecto mejor que 2011.
En el entorno próximo, la atención sanitaria y social a los niños se ha deteriorado: ha aumentado la pobreza y han empeorado los servicios asistenciales sanitarios por los recortes y las huelgas revindicativas en contra de los recortes. Mientras los gobiernos siguen empeñados en rescatar con millones a unos bancos fulleros que son los responsables directos de la crisis económica, hacen caso omiso a las protestas de los profesionales cargados de trabajo y razones, como hemos podido ver éstos últimos días en la Comunidad Autónoma de Madrid. En la Comunidad Autónoma de Cataluña, el nuevo gobierno surgido de las recientes elecciones ha renovado en su cargo a un personaje siniestro, responsable de buena parte del deterioro de la asistencia. A veces sorprende la contumacia en actuar en contra de la gente que tienen los gobiernos neoconservadores. No parece que les dé vergüenza, con lo que se llega a la conclusión de que probablemente no la tienen.
Pero no por todo ello, tan lamentable como es, vayamos a privarnos de desear a todos los que nos leen que la próxima vuelta que de la tierra alrededor del sol se acompañe de venturas y felicidades. Siempre hay espacio para mejorar y, dice el refrán, no hay mal que cien años dure.
Con esos deseos y con esas esperanzas iniciamos el nuevo calendario. Que seáis felices.
X. Allué (Editor)