Todos los años, alrededor del 21 de junio, se produce el solsticio
de verano en el hemisferio norte de la Tierra, dando lugar al inicio del periodo
estival.
Astrofísicamente supone el cambio del eje de rotación del planeta al situarse
el sol en el Trópico de Cáncer, que pasará a ser bañado por la luz solar en los
próximos meses.
En estos días los masones y masonas lo celebramos realizando
nuestras Tenidas Solsticiales. Estas reuniones tienen un profundo carácter
naturalista y constituyen, junto con el ágape, unos momentos de emotiva
fraternidad. Con ello la Francmasonería conmemora una tradición que se remonta
a miles de años de historia de la humanidad.