Hay veces que parece que las cosas funcionan totalmente del revés, es como si te levantases por la mañana, la tostadora enfriase y la nevera sirviese para calentar pizzas. Raro ¿verdad? Pues algo así es lo que está haciendo, supongo que sin querer, la derechona más derechona de este país. Resulta inaudito pero andan tan trastocados que acabarán cargándose todo.
Imagina que cara se nos pondría si de repente nuestro Rey dijese ahí os quedáis, me marcho con mi soberano padre, que se está de arte. Seguro que todos nos quedaríamos alucinados e intentaríamos entender qué habría ocurrido para que justo ahora que ya ni siquiera está Pablo Iglesias este señor dejase la vida regalada y se marchase con la música a otra parte. Y si encima descubrimos que semejante prodigio ha sido obra de la derecha esa que se envuelve en banderas gigantescas haciendo creer a todos que les pertenecen a ellos en propiedad y usa la figura del Rey como Gerónimo el Totem en mitad del campamento , ya ni te cuento.
Puede que sea que ya me ha dado demasiado el Sol del verano pero igual va y ese futuro tan distópico como las pelis de Mad Max no está tan lejos. Sobre todo después de leer como Ayuso (lianta mayor del barrio) enredaba hasta el cuello al Borbón de turno con el asunto aquél que (como casi todo lo que toca) se le fue de las manos pringando hasta a su jefe. Ya sabes, lo de la firma de los indultos esos que según ella son ilegales pero que el Rey firmó. Lo hizo, estampó su garabato, por supuesto. Está obligado por la Constitución, una norma que igual parece esculpida sobre piedra de mármol como sobre tablilla de cera, según se tercie el momento y sople el viento. Firmó los indultos y al hacerlo la lógica esa que según las gentes de la Plaza Colón distingue a los buenos y los malos españoles dejaría al monarca en la misma orilla que Billy El Niño. ¿Podía haber no firmado? Siendo rocambolescos, podía, Como muestra un botón, el Rey Balduino de Bélgica dejó de serlo durante 36 horas para que la Ley del Aborto siguiese adelante sin su firma pero claro, aquí igual pensaba que si salía unas horas cambiaríamos la cerradura.
Es lo que ocurre cuando vas dándole vueltas a las cosas como si fuesen pollos l’Ast. Al final, si no sabes cuando has de parar el fuego acaban quemados y eso puede que haya empezado a ocurrir cuando Vox, partidarios de aquello de “Dios, Patria y Rey”, empezó a llamar al monarca “Felpudo VI”. Hasta ellos han perdido el respeto por el símbolo, con lo que ello representa aunque bien pensado ya fue bastante simbólico cuando en una moción de censura el Presidente del Gobierno era un bolso, glamouroso si, pero un bolso. Parece que a estas horas allá por la diestra más lejana hayan descubierto que los reyes son los padres y que en un estado democrático civilizado el Rey no va más allá que el de una figura representativa, un jarrón chino razonablemente caro que podíamos vender en Wallapop y sacarnos unos cuartos. Porque, oye, estamos como para ir gastando en adornos.
Quizás solo falte que Abascal grite sin darse cuenta aquello que tanto temen por Zarzuela, “¡El REY ESTÀ DESNUDO!” y que lo oigan hasta por la izquierda. Cunda la voz por todo el reino y el Rey acabe montando en un Ryan Air rumbo a Emiratos Árabes, con el calor que ha de hacer allí ahora mismo. No se, como cuento distópico para el verano podía valer, ¿No crees?