Lo que se ha denominado Movimiento 15-M, por haber comenzado su andadura pública con una manifestación el pasado domingo en diferentes ciudades españolas, se ha tornado más potente y se ha extendido a toda la geografía española y a más de una treintena de ciudades europeas y a otros puntos de América Latina. Este movimiento, que se declara no partidista y sí político, tiene el motor de la “indignación”, como casi todas las rebeliones, pero ha demostrado una calidad y una forma de desarrollarse totalmente novedosas, instalando el código de la no-violencia, trasladando e involucrando por sintonía, por un sentir común.
Si lo multitudinario se tiende a relacionar con lo desorganizado, ‘Democracia Real Ya’ es la demostración de todo lo contrario. Desde sus orígenes, el movimiento ha demostrado una gran inteligencia y una gran efectividad organizándose mediante comisiones temáticas abiertas.
Las personas participantes se recuerdan continuamente que no hay que entrar al juego de las provocaciones que se puedan producir, eluden los slogans confrontativos y llaman a no beber alcohol para “mantenerse al cien por cien”. Sin duda, algo nuevo está pasando.
En la puerta del sol de Madrid hay espacio para las distintas iniciativas, reivindicaciones y sensibilidades. Y sobre todo, hay una atmósfera que facilita que surjan respuestas nuevas ante las dificultades y retos.
"La revolución será feminista"
Un ejemplo fue lo que sucedió el jueves pasado, cuando alguien arrancó de cuajo una pancarta que decía "La revolución será feminista o no será". La reacción de la carpa feminista fue convocar un taller de feminismo para “principiantes” al que asistieron muchas personas. Y allí preguntaron qué se entendía por feminismo y se esclareció acerca de su significado en el momento actual.
Las feministas también han elaborado un Manifiesto en el que explican los motivos para estar en las plazas y apoyar el 15- M:
“Queremos una sociedad en la que el centro seamos las personas y no los mercados. Por eso reivindicamos: servicios públicos gratuitos y vitales como la educación y la salud frente a los recortes sociales y la reforma laboral.
Exigimos el uso de un lenguaje no sexista que nombre a todas las personas y esté libre de homofobia, machismo y racismo.
Queremos el compromiso de hombres y mujeres para la construcción de una sociedad donde no tenga cabida la violencia machista.
Las personas somos dueñas de nuestro propio cuerpo, por eso somos libres para decidir sobre él, disfrutar y relacionarnos con él y con quien nos dé la gana.
Queremos una sociedad diversa donde se respeten las múltiples formas de de vivir el sexo y la sexualidad (lesbianas, gays, intersexuales, bisexuales, transexuales, transgéneros, queers…).
Reivindicamos el aborto libre y gratuito.
Es imprescindible incorporar el enfoque feminista en las políticas económicas, en los servicios públicos, en la creación de otro modelo de ciudad y en las políticas ambientales para salir de la crisis.
Exigimos que las Trabajadoras Domésticas o Empleadas del Hogar estemos incluidas en el régimen general de la seguridad social. Exigimos que la transexualidad no se trate como una enfermedad.
Exigimos papeles para todas y que las mujeres migrantes disfruten de todos los derechos”.
“La revolución será feminista o no será” asegura una de las portavoces del colectivo desde una de las carpas de Sol. Se trata de una revolución por la libertad de todos y todas, de hombres y mujeres que comienzan a despertar a pesar de los impedimentos y la opresión de un sistema político, económico y social que se olvidó de las personas y construyó un mundo de papel cuyo único valor es el dinero.
Habrá avances, retrocesos y dificultades, falta de acuerdo y distintos puntos de vista que tendrán que converger, pues destaca la apuesta por el proceso, que va más allá de la inmediatez y del pragmatismo, una nueva postura vital ante el mundo que irá creciendo sostenida por las buenas intenciones y el genuino intento que jóvenes y no tan jóvenes, han lanzado al futuro. Se abre pues un camino de aprendizaje.
Continuidad
Tras una semana de múltiples y multitudinarias manifestaciones por toda España y por todo el mundo, 15-M ha decidido dar un paso más: ir a los barrios. La iniciativa ha surgido de una de las comisiones que se han creado en el seno del movimiento, la comisión de Expansión, y da respuesta al interrogante de cómo seguirá todo esto más allá de las elecciones del 22 de mayo.
La fecha que se ha elegido ha sido el próximo sábado 28 de mayo, a las doce del mediodía. A esa hora, todas las asambleas de municipios y barrios que se creen y que decidan ponerse en marcha se sincronizarán y comenzarán a hacer planes.
Mientras tanto, la comisión de Expansión está recogiendo información de todas aquellas personas que quieran poner en marcha la iniciativa y está elaborando un listado con todos los lugares que se están proponiendo.
Fuente: AmecoPress