Feminismo, Un Invento Del Capitalismo.

La fuerza femenina [[Primera parte]]
El verdadero enemigo, no es el sexo masculino.

La fuerza femenina permanece dormida, escondida, oculta todavía de las mujeres mismas.

El logro más grande del patriarcado del que nos quejamos, es hacernos creer que el feminismo es una creación nuestra cuando en realidad, es una creación del capitalismo que sirve como arma para el mismo patriarcado con el que se piensa arremeter.

Piénselo usted bien, y cuando se dice feminista cree que está en la cúspide de su realización, por que claro, usted es feminista y lucha por sus derechos y se siente valiente, valiosa , rebelde y capaz…

Pero al gran capital y a los hombres no les importa, usted puede alardear todo lo que quiera, puede salir a tomar las calles, las plazas y la ciudad misma si junta suficientes cómplices, no lo tome a mal, no es culpa suya, no es culpa nuestra; es el mecanismo mediante el cual funciona el mundo.
Pero volviendo al tema, usted toma la ciudad… pero nada cambia, esa misma noche asesinan a dos mujeres, violan a tres, asaltan a cuatro y nadie se entera, al día siguiente importa más la caída del dólar que la muerte de una compañera de lucha, el alta en el precio del crudo más que la alza de feminicidios.

Feminicidio es una palabra curiosa, está bien, pero lo malo es que le hace creer a las mujeres que la muerte de una de ellas es distinta sólo por que no es la de un hombre, y el peligro de ello, está en que los hombres piensan igual, cuando escuchan que sube la tasa de feminicidios, su inconsciente o no tan inconsciente piensa “ah, de mujeres” y pasa de largo, total, no es él quien corre peligro, y sí, todos corremos peligro, pero el sujeto no es bombardeado con ese temor ni esa realidad latente, por que… no es él, tal vez sea su madre, su hija, su hermana… pero no él.

El instinto de supervivencia, por cuestiones evolutivas de más de 300 millones de años , es un móvil más poderoso que el de empatía, que a veces, ni se tiene.

Y en esa ausencia de peligro como sociedad, como comunidad, se pierde el poder que se tiene para convocar a la resistencia, la oposición, la lucha y la revolución, la individualidad excesiva, acabará por destruirnos… eso sí, individualmente, uno a uno.

Quiero y necesito decir que creo en la capacidad y la fuerza del sexo femenino, y entiendo la lucha por derechos, sin embargo, también necesito decir que ese discurso donde el hombre tiene que entender que la mujer vale, es inútil, los hechos harán que los hombres lo vean como una verdad irrefutable y tangible en lugar de percibirlo como un discurso desgastado y sin la fuerza suficiente. Los colectivos feministas, deben dirigir su discurso a mujeres apáticas, inseguras, indiferentes, mujeres que no valoran su fuerza como lo hacen las demás, el poder viene de ahí, vivimos en un mundo donde NADA no es dado, lo que queremos debemos tomarlo, tomar los derechos básicos de un ser humano e igualdades laborales no daña a nadie, más que al gran capitalismo.

El capitalismo arremete contra los hombres también, pero eso será otro tema, por que no hay nada con lo que el capitalismo no arrase, y es tan peligroso, por que la mayoría ni siquiera lo toma en cuenta, no lo considera, no lo culpa, no le recrimina nada, cuando el 98% de su vida está dirigida por el.

Mujeres del ejército soviético

Entonces, si en lugar de luchar contra los hombres, o contra las mujeres, o contra los homosexuales, contra el gobierno, contra mil y tantas cosas que el capitalismo produce para distraer a las masas, lucharemos contra algo que nos afecta e importa a todos, pelear contra algo que nos engulle y despedaza a TODOS POR IGUAL, las batallas serían ganadas, la lucha sería contra un enemigo en común, un enemigo con rostros, con nombres y apellidos, un enemigo latente, creciente, voraz y lo peor de todo, protegido (sin saberlo) por usted, mi amiga feminista, que grita en el desierto, por que el capital no escucha sus exigencias y es el mismo capital, el que le dirá a todos, (incluyendo a los hombres) lo que a el le plazca y convenga.