TEXTO: SONIA LOZANO
El flujo del chi puede verse afectado por las emociones, los excesos, los trastornos alimentarios y respiratorios, la ausencia o descompensación del chi celestial (ionización) etc. La sensación de plenitud propia del ser se basa en el libre flujo del chi. Para que esto suceda debemos dejar que fluya la armonía de la persona o del lugar, que tenga espacio para moverse. En feng shui esto se traduce en el libre movimiento de la serpiente.
A menudo cuando me solicitan el feng shui para una tienda de decoración tengo que recordar que sobrecargan de información visual. Esto significa que la vista se queda atascada y el cerebro no llega a registrar toda la exposición porque podríamos decir que se empacha.
Eso supone una pérdida de calidad. El elemento tierra, relacionado en el feng shui de animales con la serpiente, se atasca. Al bloquearse nos impide identificar y por lo tanto esa información visual se convierte en inasimilable en ese momento y prescindible para la próxima vez que la veamos porque la descartaremos como un “dejà vu” que como nos fue inútil en su momento ahora ya queda obsoleta.
No suele ser fácil reducir los excesos sobre todo si partimos de las ideas de cantidad frente a calidad o la excusa de que lo que no se ve no se vende o que a unos les gusta unas cosas y a otros otra y todo tiene que estar expuesto. El planteamiento en feng shui cambia pues se basa en la armonía. El elemento tierra que es el vigilado en estos casos- no requiere muchos cambios, sólo espacios muertos para poder “hacer la digestión” entre una comida y otra. Si aplicamos este movimiento a los ritmos de la naturaleza lo más acertado seria involucrarlo con el llamado veranillo de San Martín.
Pero no tenemos por qué identificar sólo estas fechas: todos los cambios que no se relacionen con la estación en curso le corresponden: así unos días primaverales en invierno son días serpiente o tierra, los días otoñales e incluso invernales en verano también lo son. Si seguimos relacionándolo llegamos a la conclusión de que esos días suelen ser difíciles para nuestra digestión y para que las cosas fluyan hacia algo estable-aspectos ambos relacionados con el Feng Shui corporal de la serpiente. El elemento tierra se corresponde con la estabilidad, la seguridad, el movimiento no agresivo. Por eso reducir la ingesta (la información visual) ayuda a digerir mejor. Una oficina llena de trastos, informes pendientes o fotos de familia indica un atasco de la serpiente. Necesitamos lugares ordenados, con espacios libres, que corra la energía, que impida los estancamientos del chi.
Por eso no podemos saturarnos sin pagar un precio a este elemento: en firmeza, seguridad o estabilidad. Deberemos limpiar de saturaciones y eso implica además ocultar todo lo que funcione en base a nuestras expectativas económicas, familiares, sentimentales, etc. y convertir el lugar en algo libre y con espacios curvos (colocar lo que vaya a estar expuesto como base y no como totalidad de manera que no haya que ir en línea recta para verlo, sino formando curvas). Una foto familiar puede reforzar el chi de la zona de sentimientos y familia, pero no una de cada miembro de
la comunidad, independientemente de que hablemos de una casa o de una oficina. Un informe a la vista nos recuerda el trabajo pendiente, pero todos los informes amontonándose sobre la mesa son un foco de estrés y de estancamiento que no dejan moverse ni profesional ni personalmente. Por eso solemos decir que para la serpiente no necesitamos poner nada, sino quitar lo que sobre.
Hay gente que se siente más útil cuando tiene muchas cosas pendientes, les hace sentir importantes. En el fondo es un problema de falta de autoconfianza, porque si tengo confianza en mí no necesito que ninguna tarea externa se lo cuente a los demás o me lo cuente a mi de esta forma puedo vivir más relajada, más libre, más estable. Si comparamos los elementos entres sí, no nos queda más opción que reconocer que el más estable, pesado y firme de entre el fuego, al agua, el aire, la madera o la tierra es precisamente esta última.