Revista Cultura y Ocio
Decía Mahatma Gandhi que “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.
Y también dirán algunos que Olariz no aparece en los mapas. Que tampoco existe fuera de ellos. Que la tierra que vio nacer a Fernando Amescoate Ulíbarri no mora entre los puntos cardinales…
Fernando Amescoate Ulíbarri pertenece a Olariz. Y Olariz es una aldea de hombres y mujeres gato, al pie de la Sierra de Urizate, al norte de Navarra, cerca de Obaba, y donde la la vida es “hermana de la muerte”.
Un lugar donde “no hay secretos salvo para los de fuera”, los que no entienden su forma de vida y sus costumbres antiguas. “Ni mejores ni peores. Distintas. Propias”. Donde sus habitantes tienen el mismo instinto de los gatos, “felino y orgulloso”, que les hace ver “lo que en el mundo de afuera no se ve”, y donde la vida y la muerte se entienden a su manera. Porque en Olariz “todo nace y muere. Sin más”.
Una comarca y un pueblo de “asesinos de mentalidad antigua”, sincero y sin sobervia, nada hipócrita pero que parece que ahora va a ser aniquilado por el mundo que hoy triunfa y que tanto alardea de modernidad en el siglo de Internet, y que tanto les desprecia por hacer las cosas al modo de los viejos usos…
JOSU ARTEAGA – “HISTORIA UNIVERSAL DE LOS HOMBRES GATO”- 2010- ARRASATE-ERGÜIN