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Fernando de Fuentes (1894-1958), director de cine mexicano, una de las figuras más sobresalientes de los inicios del cine de su país. Nacido en Veracruz, aprende el oficio progresivamente como otros pioneros, comenzando como proyeccionista, para luego trabajar en el montaje, en el doblaje, y como ayudante de dirección. Finalmente, en 1932, dirige su primera película: El anónimo. Se dio a conocer con El compadre Mendoza (1933) y ¡Vámonos con Pancho Villa! (1935), ambas sobre la Revolución Mexicana, alcanzando gran popularidad en todo el mundo hispano al inventar un género costumbrista nacional: la comedia ranchera. A este tipo de películas pertenecen Allá en el rancho grande (1936), y Así se quiere en Jalisco (1942), protagonizada por el actor y cantante Jorge Negrete, que tendrían sucesivas secuelas. Con Doña Bárbara (1943), adaptación de la novela de Rómulo Gallegos, descubre a María Félix. Culmina su carrera con otras dos adaptaciones, Crimen y castigo (1950), de Dostoievski, y Canción de cuna (1952), de Gregorio Martínez Sierra.