"Todavía hay quien, de vez en cuando, expresa su añoranza por una filosofía "útil para la vida"; esta postura me parece que encierra un malentendido: la sabiduría en lo que tiene de lucidez y crítica va siempre contra la vida; vivimos a pesar de lo que sabemos, no gracias a ello. No concibo que el pensamiento facilite la vida; la arriesga, la compromete, la zapa en la mayoría de los casos; quizás por eso sea la forma más alta de la vida humana que conocemos, porque es la más antivital, la que nos pone al borde de perderlo todo sin ofrecer nada a cambio, salvo horror, soledad o locura."