En su característico estilo, que provoca urticaria en muchas pieles sensibles, nos aclara la película y coloca en su verdadera perspectiva el fallo de La Haya. Con argumentos contundentes, basados en nuestra historia reciente , de un paraguazo echa a la mierda el triunfalismo que distintos sectores han prodigado.
De las veces que hemos renunciado -afirma- a dirimir nuestras controversias de manera directa dejando en manos de terceros el decidir por nosotros, hemos perdido. Salvo una vez: durante el gobierno militar. Esa vez -conflicto del Beagle- el gobierno argentino tuvo que pensarlo dos veces porque vió que estábamos dispuestos como nación, liderados por un gobierno que nunca estuvo dispuesto a dejarse ningunear a llegar hasta las últimas consecuencias.
Ciertamente, muy políticamente incorrectas las puntualizaciones de Villegas pero, no por ello menos ciertas.