Este Ferrari blanco, color poco frecuente en la marca italiana, es la última adquisición de Cristiano Ronaldo en el ámbito automovilístico, y se sumará a un parque cuajado de deportivos de altísma gama, propiedad del portugués. Dar patadas a un balón es muy rentable y no exige demasiado intelecto; de hecho, el Sr. Ramos posee una flota de vehículos que tampoco desmerece la del delantero blanco, mientras luce novia atractiva y más inteligente. El deporte rey mueve dinero e ignorancia a partes iguales, y las estrellas del balompié, convertidos en iconos sociales, lucen palmito y Ferraris cuando un cirujano experto en trasplante hepático gana al mes en el seno de la sanidad pública menos al mes que cualquiera de estos futbolistas en poco más de una hora y contando las veinticuatro del día como laborables. El dinero no hace la felicidad, o seo dicen, aunque tiendo a creer que la compra hecha; lo que no puede pagar es el conocimiento, la cultura; eso jamás nos hará mejores ni más listos o ricos, pero desde luego, proporcionará otro punto de vista sobre la cosas que nos dará un placer impagable. Aunque sea la puñetera resignación.