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Una Scuderia de 300 metros cuadrados, una emocionante exhibición de paracaídas, Andrea Bocelli cantando el himno nacional italiano, y Mick Shumacher al volante del mismo auto que supo pilotear su padre para ganar dos títulos mundiales, consagraron una fiesta inolvidable que conmemoró la carrera número 1000 de Fórmula 1 de la Scuderia Ferrari en los escenarios magníficos de la Toscana.
El corazón de la Piazza della Signoria de Florencia cobró vida cuando se iluminó de rojo para dar bienvenida a la ceremonia oficial, pasadas las 21 horas del sábado 12 de setiembre, ante la presencia de destacadas personalidades del deporte, representantes de Fórmula 1 y autoridades de Ferrari, esta vez sin el apoyo de público general debido a la pandemia por Covid-19. Allí, mientras el flautista Andrea Griminelli deleitaba los oídos presentes, se proyectaron imágenes icónicas del recorrido de la Scuderia por los 999 Grandes Premios, junto a fotografías de pilotos italianos inolvidables como Alberto Acari, Piero Taruffi, y el trío Michel Shcumager, Jean Todt y Ross Brawn. El plus: en el centro de la plaza, una réplica perfecta del Ferrari SF1000 color burdeos que cumpliría su milésima corrida en este Gran Premio Toscana, haciendo honor al tono rojo del primer coche de la firma que salió a la pista en la década del cincuenta.
Los preparativos para este fin de semana especial vienen palpitándose desde el mes de mayo, cuando se lanzó la campaña 100x1000 difundiendo algunos de los momentos más importantes del equipo italiano en los Campeonatos del Mundo de Fórmula 1. La elección de ese mes no fue arbitraria, más bien tuvo que ver con la primera participación de la Scuderia Ferrari en un Gran Premio, el 21 de mayo de 1950 en Mónaco.
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El GP-1000 del circuito Mugello será recordado por varias razones, sin dudas por la meta alcanzada por la división deportiva, pero también porque fue la primera vez que la pista propiedad de Ferrari acogió el encuentro mundial de Fórmula 1. Inaugurada en el año 1974, como evolución natural del Circuito Stradale de 1914, Mugello se traza entre los cerros de los municipios de Scarperia y San Piero a Sieve; siendo este uno de los circuitos preferidos por los conductores de todas las disciplinas del deporte a motor.
Tras finalizar el espectáculo, la velada continuó en el Salone dei Cinquecento del Palazzo Vecchio, donde el presidente de Ferrari, John Elkann, reflexionó sobre las mil carreras alcanzadas: “Celebramos un número excepcional que trae consigo otros. Somos el único equipo que ha participado todos los años del Campeonato del Mundo de F1 desde 1950, logrando 238 victorias. Y tenemos la suerte de poder celebrarlo en nuestra propia pista de Mugello”. Para finalizar, el presidente agradeció a todo el equipo que lleva adelante la Scuderia Ferrari: “los mecánicos, los ingenieros, y todos aquellos que no están en la pista pero que trabajan con la misma pasión cada día”.
Las celebraciones se extendieron durante todo el fin de semana con eventos emocionantes que antecedieron la histórica carrera. Uno de los momentos más memorables sin dudas fue cuando Mick Schumacher dio cinco vueltas a bordo del F2004, el coche más exitoso de la Scuderia que llevó al gran Michael Schumacher a consagrarse bicampeón mundial.
Siguiendo con los festejos, más de ocho mil fanáticos pudieron disfrutar de una muestra de los coches más trascendentes en la historia del Cavallino Rampante y una gama de autos de carrera actuales del museo Maranello.
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El punto cúlmine de estos dos días de celebración llegó en la mañana del domingo antes del sonido de largada. Paracaídas vestidos con la insignia de Ferrari atravesaban las nubes mientras el artista Andrea Bocelli voceaba las estrofas del himno italiano. Y tras los aplausos, la Scuderia Ferrari entró en la historia compitiendo en su milésima carrera de Fórmula 1.
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Si bien el resultado no logró opacar el motivo de la celebración, otro hubiera sido el festejo de haber alcanzado mejores posiciones los pilotos a bordo de los SF1000, Charles Leclerc y Sebastián Vettel, quienes acabaron en octavo y décimo lugar, respectivamente, tras recorrer una pista con muchos altibajos. La buena nueva para esta carrera llena de acción fue el reconocimiento con la certificación ISO 20121 para la gestión sostenible de eventos, hasta el momento, el único circuito del mundo en ser distinguido por el organismo TÜV.
Ahora, habrá que transitar un descanso de dos semanas para ir por la revancha, cuando el circuito vuelva a reunirse en el Autódromo de Sochi del 25 al 27 de setiembre en el Gran Premio de Rusia.
Fuente y créditos fotográficos: Ferrari / Scuderia Ferrari
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