Después de una carrera muy afectada por la lluvia que trastocó muchos planes, Ferrari volvió a imponerse. Echemos un vistazo a los aspectos más destacados de esta cosecha sin precedentes en la que se enfrentaron 23 hipercoches.
El 499P, una leyenda en ciernes
Un Ferrari amarillo sorprendenteDespués de lograr la victoria en la carrera del Centenario del año pasado , Ferrari estaba obviamente en la lista de muchos observadores de posibles ganadores de las 92.ª 24 Horas de Le Mans. Para nadie fue una sorpresa que el 499P siempre estuviera bien situado entre los favoritos. El hecho de que, durante gran parte de la carrera, los coches rojos de fábrica jugaran un papel secundario frente a los coches privados amarillos compartidos por Robert Kubica/Robert Shwartzman/Yifei Ye era mucho menos esperado.
Desde el principio , los coches de fábrica nº 50 y nº 51 marcaron el ritmo. Nicklas Nielsen, en el #50, tomó el liderato de Laurens Vanthoor de Porsche Penske Motorsport en el Porsche 963 #6 que ocupaba la pole. Antonio Giovinazzi (Ferrari 499P #51) hizo lo mismo y superó al belga. El par de Ferrari 499P de fábrica encabezaban la clasificación después de sólo 13 minutos . Al mismo tiempo, un poco más atrás, Robert Kubica (Ferrari 499P #83) había comenzado la carrera con la misma determinación para subir al quinto lugar desde una posición inicial 12.
Sin embargo , los sueños de los tifosi de una dominación total por parte de los Cavallinos Rampantes se desvanecieron cuando el clima caprichoso comenzó a interferir.
Cuando las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo gris pizarra alrededor de las 17:40, los equipos tuvieron que decidir rápidamente su estrategia. Varios hipercoches, como el Ferrari n.º 51, el Porsche n.º 4 y el Toyota n.º 7, cambiaron muy pronto a neumáticos para lluvia. André Lotterer, que ya había relevado a Laurens Vanthoor, optó por la misma opción para el Porsche 963 nº 6. Resultó ser una opción equivocada. Fue entonces cuando Kubica se hizo realidad. El 499P n.º 83 era el único que iba calzado con neumáticos slicks blandos. Cuando la pista se secó, Robert Shwartzman tomó el relevo de Kubica y arrancó. Su ventaja aumentó constantemente, vuelta tras vuelta.
El sábado por la noche se produjo otro problema. La lluvia volvió poco antes de las diez y se produjeron una serie de paradas en boxes. Una vez más, AF Corse eligió la estrategia correcta para el #83. Cambió rápidamente a neumáticos Michelin para clima húmedo, como el Porsche 963 n.° 5, y bajo la lluvia persistente, el Ferrari n.° 83 comenzó a girar 30 segundos más rápido que sus rivales con calzado liso . Sin embargo, a las 22:37, se produjo el drama. Kubica llegó volando detrás del BMW M Hybrid V8 nº 15 conducido por Dries Vanthoor. El belga no tenía intención de ser adelantado, ya que mantenerse en la vuelta del líder podría resultar decisivo en caso de que los coches de seguridad entraran en acción. La inevitable colisión envió al hipercoche alemán contra la barrera. Vanthoor salió del vehículo y su carrera había terminado. Los comisarios declararon a Kubica culpable de desviar a su oponente y le impusieron una penalización de 30 segundos que se cumpliría en la siguiente parada en boxes. El castigo, cumplido a las 00:30, empujó al Ferrari amarillo hacia abajo en la clasificación. No volvió a aparecer en lo más alto de la lista. Cuando Yifei Ye se detuvo en boxes, con humo saliendo de debajo del auto, el juego del Ferrari 499P número 83 había terminado.
En ese momento, estaba tomando forma una batalla a tres bandas entre Porsche Penske Motorsport, Toyota Gazoo Racing y Ferrari AF Corse.
El único modelo Isotta Fraschini hizo un buen debut pero no pudo rivalizar con los líderes de la categoría. Los Lamborghini SC63 mostraron una gran fiabilidad, pero quedaron muy por detrás. BMW nunca estuvo en condiciones de celebrar el 25º aniversario de la victoria del V12 LMR de la mejor manera posible. El M Hybrid V8 n.° 15 fue eliminado por una colisión con el Ferrari 499P n.° 83. El #20 estuvo fuera de ritmo desde el principio, con varios problemas técnicos.
Las esperanzas locales se desvanecieron el sábado por la noche cuando ambos Alpine A424 sufrieron un fallo de motor y Peugeot perdió la vuelta del líder después de menos de tres horas de carrera.
De la docena de hiperautos en la vuelta del líder a medianoche, fue el Toyota GR010-Hybrid #8 compartido por el trío Toyota Gazoo Racing de Sébastien Buemi/Brendon Hartley/Ryo Hirakawa el que encabezaría la parrilla durante la noche. Todos los cronometrajes oficiales desde la 01:00 hasta las 09:00 mostraban a la máquina japonesa en cabeza. ¿Toyota sentaría las bases para una victoria sólida de la noche a la mañana, siguiendo la pura tradición de las 24 Horas de Le Mans? No. Las hojas de tiempos no cuentan toda la historia. No revelan la imprevisibilidad de esta añada 2024.
El trío Ferrari-Porsche-Toyota pasó la noche observando cada movimiento de cada uno . Pero mirar es todo lo que podían hacer. No podían actuar ni luchar. Le Mans de noche suele ser mágico, pero este año estaba tremendamente húmedo. Race Control volvió a sacar los Safety Cars y los mantuvo en funcionamiento durante casi cuatro horas y media. Le Mans estaba en suspenso, pero la salida iba a ser aún más sabrosa.
Los conductores eran como leones enjaulados, esperando ser liberados para poder cazar a sus presas. Sin adelantamientos, sin ataques. La disciplina estaba a la orden de la noche. Se trataba de ahorrar combustible y evitar errores en la pista y en boxes . Algunos pilotos charlaron con su equipo para vencer la monotonía. Otros apreciaron la calma, aunque temporal. Se reanudó el sprint.
A siete horas del final, 11 coches todavía estaban en la vuelta del líder y aún podían albergar esperanzas de victoria. La lluvia cesó, la batalla fue intensa en este grupo de cabeza, con escaramuza tras escaramuza.
No todos los fabricantes estuvieron a la altura. Cadillac perdió dos autos. Una fuga de aceite en el Cadillac V-Series.R n.º 3 (Sébastien Bourdais/Renger van der Zande/Scott Dixon) y un espectacular accidente de Pipo Derani en el Cadillac V-Series.R n.º 311.
Porsche también sufrió. Felipe Nasr, en el 963 nº 4, chocó contra el muro de neumáticos en Indianápolis. Los 963 nº 5 y 6 mantuvieron el ritmo pero parecían incómodos. Los pilotos no pudieron mejorar su juego para sumar las décimas que marcan la diferencia.
El ritmo se aceleró al mediodía. La vuelta 46 de Antonio Fuoco había sido durante mucho tiempo la más rápida con 3:29.208. Pero a las 12:15, Alex Palou (Cadillac V-Series.R n.° 2, Cadillac Racing) sorprendió a la multitud: 3:28.938 en la vuelta 253, antes de que Kamui Kobayashi (Toyota GR010 Hybrid n.° 7) lo eclipsara en la siguiente vuelta (3 :28.756).
La lluvia volvió con su último toque justo antes de las 14:00 horas. Algunos puntos se convirtieron en una llovizna más intensa en el primer sector, desde la recta final hasta la chicane de Daytona. Algunos se agrietan bajo la presión. Brendon Hartley se fue en Mulsanne Corner con el Toyota GR010 Hybrid número 8 después de un empujón de Alessandro Pier Guidi (Ferrari 499P número 51). Un doblete de Ferrari estaba en juego. Finalmente, el Toyota GR010-Hybrid nº 7 de José María López/Kamui Kobayashi/Nyck de Vries dividió a los Ferrari vestidos de rojo. ¡Una diferencia de sólo 14,221 segundos hasta la bandera a cuadros!
United Autosports vuelve a la senda del triunfo
LMP2 estuvo muy abierto ya que varios equipos apostaron su territorio en una melé impredecible a lo largo de las 24 horas. Al inicio de la carrera, el vencedor de Hyperpole, Louis Delétraz, lideraba el grupo en el AO del TF #14 Oreca 07-Gibson. Pero a medida que pasó el tiempo y sus copilotos tomaron el control, el orden jerárquico cambió. Mientras los equipos modificaban sus estrategias, el Vector Sport #10 (Ryan Cullen/Patrick Pilet/Stéphane Richelmi) y el AF Corse #183 (François Perrodo/Ben Barnicoat/Nicolas Varrone) se pusieron en cabeza.
Con una victoria anterior en Le Mans cómodamente en su haber, Ben Keating experimentó un primer relevo difícil y se salió varias veces. Formó parte de una alineación de alto perfil con sus compañeros Filipe Albuquerque y Ben Hanley.
El domingo, el Inter Europol Competition #34 y Cool Racing #37 tuvieron cada uno su momento de protagonismo, pero en la bandera a cuadros, United Autosports se llevó los honores por primera vez desde 2020.
Porsche logra la victoria inaugural en LMGT3
Era casi imposible predecir el resultado de esta nueva categoría con nueve fabricantes alineando autos con regulación LMGT3 en la parrilla el sábado. Muchos de ellos encabezaron la clasificación en algún momento de la carrera. Después de su última victoria en Le Mans en 1995, conseguida bajo lluvia, McLaren volvió a repetir la historia. Comenzaron fuerte en la pole position de su clase con el Inception Racing #70 720S LMGT3 Evo2 conducido por Brendan Iribe/Ollie Millroy/Frederik Schandorff, pero el auto terminó en el puesto 13. Los United Autosports #59 y #95, numerados como un guiño a las victorias pasadas de McLaren, no obtuvieron mejores resultados.
Lexus estuvo muy en el centro de atención, con los RC F LMGT3 nº 78 y nº 87 del equipo Akkodis ASP. Fue una novedad alentadora para el GT3 más antiguo de la parrilla, que será reemplazado en 2026.
Teníamos grandes esperanzas en que Valentino Rossi sacara la bolsa en el BMW M4 GT3 n.º 46. El múltiple campeón de Moto GP lideró la carrera, ayudado por la excelente contribución inicial de Maxime Martin. Pero Ahmad Al Harthy perdió el control del coche en la salida de boxes, provocando daños que le impidieron continuar. El número 31 es el único superviviente del clan WRT.
Los Ford Mustang hicieron un debut notable, y Proton Competition sacó lo mejor de un automóvil que todavía están dominando. Podemos esperar verlos regresar por la victoria.
Las Damas de Hierro mostraron una consistencia impresionante, con incursiones ocasionales hacia el primer puesto. Pero fue Porsche quien realmente dejó su huella en esta 92ª carrera. El número 92, simbólicamente numerado, se mantuvo firme durante toda la carrera, pero tuvo problemas con la caja de cambios. El Porsche 911 Manthey EMA #91 tomó el relevo, con Yasser Shahin/Morris Schuring/Richard Lietz al volante. Establecieron un ritmo impresionante y lograron superar a sus rivales, haciendo retroceder una vuelta a todos menos al BMW M4 GT3 n.º 31.
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