Después del GP de Sochi llegamos a uno de los mejores circuitos de la temporada, Suzuka. Y llegamos en una situación inimaginable antes del parón, con Ferrari necesitando un milagro para seguir viva en los dos Mundiales.
Los resultados de Sochi no eran buenos, y el viernes empeoró aún más la situación viendo la diferencia que existía entre los Mercedes y los Ferrari. Y con estos antecedentes llegamos al sábado, a la clasificación, dónde Ferrari se hizo el harakiri. La decisión de salir con intermedios no la consigo entender, si quieres arriesgar ante la posibilidad de que llueva, lo más normal es salir con neumáticos de seco para hacer un buen tiempo, no con unos neumáticos que podrían montar los demás en el siguiente intento y poder replicar tiempos. Fueron los únicos que optaron por esta opción y lo pagaron muy caro. Perdieron el primer intento y cuando quisieron solventar el problema apareció la lluvia. Räikkönen aún pudo salvar la papeleta con el cuarto puesto, pero Vettel, que iba por detrás del finés, se encontró una pista más mojada que provocó una salida de pista que le costó el noveno puesto. Ferrari necesitaba un milagro y se encuentran con una catástrofe, alimentada por el doblete de Mercedes.
El domingo comenzó con una gran salida de Vettel, tónica habitual de la temporada, que empezó a remontar hasta llegar a Kimi. Y entonces apareció Verstappen. Se saltó la chicane del tercer sector y cuando Kimi le iba a adelantar, decidió estrangularlo en la vuelta a pista, tocándose y dañando la parte izquierda del Ferrari lastrando su carrera. Esta maniobra le costó una penalización de 5 segundos, la única de hoy, y a Kimi un más que posible podio. Vettel aprovechó para rebasar a su compañero y llegamos al plato fuerte, el alemán intenta adelantar en la curva 9 al holandés y con la posición ganada, Verstappen no le da espacio y ambos se tocan. Este toque llevó a Vettel al fondo de la parrilla y a iniciar otra remontada, pero ahora con el coche dañado. Verstappen continuó, sin aparentes daños y sólo con 5 segundos de penalización después de jugar a los coches de choque con los dos Ferrari, imparable hacia el podio. ¿Cuándo se sancionará a este chico de verdad? Lleva muchos años con carta blanca y sus incidentes ya llegan a ser un clásico cada año.
La carrera terminó con un paseo triunfal de los Mercedes, aunque con un Bottas inquietado por Verstappen al final por problemas con sus neumáticos, y con Kimi quinto y Vettel sexto. Ferrari necesitaba un milagro y se va de Japón con un Hamilton que seguramente será campeón en Austin y con Mercedes a 78 puntos en el Mundial de constructores con 4 carreras por disputarse. Ferrari necesita lo imposible.