Terminamos la segunda temporada de Rapa. Algo confusa, como la primera; eso en el debe. Pero la serie es buena: una historia de misterio, con personajes sólidos -está magnífico Javier Cámara- y dando a conocer a la sociedad el arsenal de Ferrol, nuestras fragatas y nuestra Armada.
La mi rapaza la matiza más que yo, claro, pero creo que es resultado final es muy bueno. Un poco en la línea de La caja de música: hemos de pagar por quien fuimos hace veinte años? ¿Dónde termina la continuidad del yo?