Ferrol: en busca de la esencia de esta ciudad gallega

Dicen las malas lenguas que en Ferrol no hay nada que ver. Y se equivocan. ¡Vaya que si se equivocan! Su historia, marcada por las características únicas de su ría y su posición estratégica, abre diferentes puntos de vista por donde acercarse a la ciudad. Ferrol es barcos, Ilustración, urbanismo, Modernismo, mar y también arte. Es además interesante y tiene fuerte personalidad. ¿Te apetece descubrirlo? 

La Ría de Ferrol es especial. Se cierra en un punto que, una vez superado, vuelve a abrir al mar, generando un embudo muy difícil de quebrar militarmente. Por ello, Felipe II levantó varios castillos -San Felipe es visitable y se llama así en su honor; La Palma y San Martiño- e hizo que la ría se convirtiera en “inexpugnable”. De una manera muy diferente, hoy se puede pasear por estas aguas, con un paseo en barco gracias a la empresa Fernández Cabana (siete módicos euros por una hora).

Ferrol, naval y marinera

Fue en el siglo XVIII cuando se decidió instalar en la ciudad un arsenal militar y un astillero real -actual Navantia- hechos que marcaron profundamente la urbe. Actualmente hay visitas que permiten adentrarse en sus muros. 

El arsenal militar, previo registro, se puede visitar. El edificio que servía para almacén es de estilo neoclásico y está revestido de algún detalle ornamental, muy propio de la época, en la que se aunaba estética y utilidad. Además, en la parte exterior, se podrá avisar alguna fragata y admirar sus impresionantes dimensiones. En un extremo está la zona de cañones, que se denominaba la “cortina”, por ser un muro de piedra y fuego con todas las garantías.

Además, para dar cobijo a la población empleada en tales labores se creó un barrio, de corte racionalista pues fue obra de ingenieros navales, que hoy es el Barrio de la Magdalena. Sobre plano es perfectamente cuadriculado y es por ello conocido como ‘La tableta de chocolate’. En ellas hay dos plazas, Amboage y la de Armas -donde luce imponente el edificio del Ayuntamiento- y están salpicadas de edificios modernistas, muchos de ellos de Rodolfo Ucha. 

El paseo por el que hoy es el casco antiguo es muy agradable y saltan a la vista también las galerías antiguas de color blanco, elemento arquitectónico pensado para aprovechar los rayos de sol y contra la humedad marinera del lugar.

El Museo Naval y de Construcción Naval

La creación y reparación de barcos ha estado ligada a Ferrol por encima de todo y una incursión en este mundo es algo que no debemos dejar de hacer si visitamos la ciudad. Para ello tenemos el Museo Naval y el de Construcción Naval. 

El primero, de entrada gratuita, tiene una de las mayores colecciones del mundo de anclas. Además, tiene diferentes referentes del mundo marinero y una visita guiada nos llevará por los diferentes barcos construidos en la ciudad o las principales rutas marítimas del mundo. Tiene incluso una recreación de un barco; de la comida que se llevaba a bordo; o de un buzo.

En el mismo recinto podréis entrar también al Museo de Construcción Naval, donde admirar también las proezas del noble arte de hacer barcos. Entre lo más destacable, está un trozo de la fragata de la Armada Santa María de La Magdalena, que naufragó a la vuelta de una batalla y hay varias historias en torno a ella. En una de ellas, sabemos que el capitán abandonó el barco antes de lo debido porque en él viajaba también su hijo y por eso, a partir de entonces, los familiares no pueden emprender un viaje de la Armada juntos.

La Semana Santa de Ferrol

La Semana Santa de Ferrol es bien antigua y la más popular de todo Galicia. Si bien los primeros escritos se remontan a 1616, la tradición se ha mantenido a lo largo de los años, llegando a contar con hasta 5 cofradías y 25 procesiones.

Además, sea la época que sea, puedes conocer alguna de las piezas de las procesiones en el Museo de la Semana Santa de Ferrol, que acerca al viajero esta antigua tradición. Como curiosidad, el trono de la Virgen de la Esperanza es el único en España llevado exclusivamente por mujeres. Con todo, la fiesta ha sido declarada de Interés Turístico Internacional.

Canido, el barrio canalla y cultural de Ferrol

Siempre busco en las ciudades barrios desenfadados donde disfrutar del ambiente callejero. En Ferrol me llevaron a uno que encaja perfectamente la descripción, con el añadido especial de tener una preciosa historia detrás. Su nombre es Canido. Se trata de una zona de la urbe que estaba quedándose despoblada y a un vecino se le ocurrió pintar sus paredes con variantes de ‘Las meninas’ de Velázquez en los edificios abandonados.

El proyecto fue creciendo hasta convertirse en el festival de Las Meninas de Canido y recibe todos los años a reconocidos artistas de arte urbano. Pero no solo la vista se regodea en el festival, pues acoge otras tantas formas de expresión artística. Si te acercas, puedes observar las más de 400 obras que hay repartidos por los muros del barrio.

Me pareció una maravilla, tanto el proyecto como las pinturas. Me quedé también sorprendida al conocer la historia sobre uno de los murales, cuyo espacio se había dedicado a promocionar el evento y ser anunciado para Banksy. Un día por la mañana apareció un graffiti pintado en el estilo del anónimo (¿o anónimos) artista (¿s?) y como no, a raíz del hecho, las preguntas. ¿Quién fue, cómo y por qué? Pero nadie lo sabe. Solo tenemos un poco de información, que intentaré daros en un post específico sobre el tema.

Descubriendo el precioso entorno de Ferrol

Hay pocas cosas tan bonitas como ver un día soleado en el Norte de España. El verde del que goza se paga con una buena ración de lluvia anualmente, pero con el buen tiempo se disfruta de un paisaje de espectáculo. Y Ferrol y su entorno dan buena prueba de ello. No probamos su agua, que seguramente esté helada, pero nos quedamos con ganas de volver y perdernos varios días por sus preciosos arenales.

Conocimos la playa de Santa Comba y sus calitas aledañas, de aguas cristalinas y vistas sobrecogedoras. Cerca también merece mucho la pena la playa de Ponzos, de largo recorrido. Y acabamos el día en la playa de San Xurxo, con quizás todo lo necesario para ser felices. Cerveza, atardecer, mar, buena compañía…

Antes tuvimos la oportunidad de acercarnos al campeonato Abanca Galicia Classic Surf Pro, que tuvo lugar en la preciosa playa también de Pantín, muy cerca de Ferrol. Porque en la zona hay también un montón de escuelas de surf donde hacer pinitos en este deporte y disfrutar de un modo divertido del entorno único en el que nos encontramos.

Dónde comer en Ferrol

Regodearte. Quizás es el verbo más adecuado para lo que puedes hacer en Ferrol respecto a la comida. Regodearte en un producto tan de primera calidad y en un resultado tan excitante. Eso fue al menos lo que yo hice. 

Principalmente en el restaurante Frank, en el centro de Ferrol, de forma especial por su tiradito de atún, pero también por los otros platos, que iban desde las tostas de anchoa, tomate y pesto a albóndigas de atún al curry. También en el Gran Hotel de Ferrol, por el pulpo o la viera al albariño, pero especialmente por el postre. ¡Qué requesón! Los alojamientos son lugares donde se come de lujo en Ferrol y  es así que también en la Cadena Carris comimos genial, desde una empanada muy buena hasta las zamburiñas.

Y para acabar os recomiendo el restaurante Nautic en A Graña, porque es súper chulo, porque se come genial y porque tiene una terraza ideal para tomar algo. En este local, todos los platos eran de nuevo una maravilla. Los mejillones, los chipirones, el codillo o la empanada. ¡Qué festín!

Datos prácticos

Hotel 

Para dormir, nos alojamos en el Gran Hotel de Ferrol, una opción con todas las comodidades y muy bien ubicada, a un paseo corto del centro de Ferrol. El desayuno es amplísimo y las zonas comunes muy cómodas. Muy recomendable.

Visitas en Ferrol

Para hacer las visitas guiadas que cuento en el post, es necesario visitar la página oficial de Visit Ferrol para acceder a las actividades y hacer la reserva desde el teléfono o el email que ofrecen.

*Este post es producto de la invitación por parte de Turismo de Ferrol. No obstante, todas las cosas contadas son fruto de mi propia experiencia. En el mimo que ponen esta serie de iniciativas se percibe el amor por su tierra y por todo lo que tiene que ofrecer. Muchas gracias desde estas líneas.