Pocos directores vivos que no sean Steven Spielberg, Woody Allen o Christopher Nolan gozan de una popularidad tan incontestable dentro del público heterosexual. No me refiero al público cinéfilo acérrimo, sino al gran público que llena las salas de cine el fin de semana. Dentro de este selecto y testosterónico grupo probablemente el nombre propio que destila más cinéfila especializada es el bueno de Michael Mann. Desde que en 1995 marcase un antes y un después en el cine de acción con Heat, cada nuevo estreno del director se celebraba como un evento. Por el camino dejó grandes joyas como El último mohicano, El dilema o Collateral, por eso en gran parte su última película basada en la vida del gran magnate automovilístico Enzo Ferrari, no ha cubierto en cierta medida las expectativas generadas en torno a ella.
Ferrari es una buena película, pero no es la gran película que cabía esperar. Michael Mann lleva al cine la homónima novela de Brock Yates que narra el auge del imperio Ferrari y del hombre que se esconde detrás de una de las marcas más importantes y reconocidas del mundo. Tomando como punto de partida el verano de 1957, la cinta narra los sucesos personales y profesionales que casi llevaron a la bancarrota al famoso ex piloto de carreras y presidente de Ferrari, Enzo Ferrari.
Un imperio construido de la nada, mano a mano con su esposa Laura. Para ello Michael Mann pone en la piel del magnate al nominado al Oscar Adam Driver y a la ganadora del Oscar Penélope Cruz como la mujer doliente de este relato de carreras, poder, infidelidades y autodestrucción.
Ferrari es un oscuro (visualmente) film que por momentos pareciera no tener muy claro el tipo de película que quiere ser. A veces es un melodrama de sobremesa sobre infidelidades y secretos de alcoba y en otros momentos una solemne película deportiva sobre el mundo del automovilismo y el poder de una marca. Lo único que parece estar claro a lo largo de las más de dos horas del largometraje, es que es una película de Michael Mann y eso se nota en su forma de rezumar aires de clásico y en su esmerada composición de unos planos realmente elegantes, que lamentablemente no lucen todo lo bien que deberían por culpa de un montaje atroz y torpe que pareciera empeñarse en resultar más simple y desganada de lo que es, y lo peor es que en algún que otro momento casi lo consigue.
La empresa familiar atraviesa por primera vez en su Historia un complicado momento de crisis que hace peligrar la perdurabilidad de la misma. Un momento crucial para el matrimonio Ferrari que se ve arrastrado al dolor causado por el reciente luto por la muerte del único hijo y heredero de Enzo y Laura, a la vez que ella descubre cómo su marido tenía una doble vida con otra mujer y otro hijo no reconocido al otro lado de la ciudad. Unos sucesos que irremediablemente dinamitan la existencia de la propia empresa que se ve en la necesidad de tomar decisiones arriesgadas apostándolo todo en una única carrera que atraviesa 1.000 millas a lo largo de toda Italia: la Mille Miglia. Un hecho histórico que condicionará irremediablemente el futuro de Ferrari para siempre.
Michael Mann dirige correctamente como mínimo y eso se nota en la película, pero también es cierto que el film tenía potencial para algo mucho más legendario de lo que ha dado como resultado. Ferrari no está ni mucho menos entre las mejores películas de Mann, pero quiero pensar que tampoco lo está entre las peores. Un film que cuando se centra en las carreras logra una atención muy disfrutable y que cuando decide adentrarse en el melodrama italiano funciona gracias a la imparable labor de una feroz Penélope Cruz que devora todas y cada una de sus escenas demostrando una vez más por qué es una de las mejores actrices del mundo y además una maestra única de acentos. Su encarnación como esa mamma italiana devastada por el luto y por la vergüenza de las infidelidades de su marido, dotan al film de una excelencia que prácticamente solo se percibe en sus escenas.
Ferrari está elegantemente bien rodada y aunque eso no sea suficiente para estar a la altura de lo que se esperaba viniendo de alguien como Michael Mann, merece la pena conocer los entresijos personales que se esconden detrás de la que probablemente sea la marca automovilística más importante del mundo del motor. Además está Pe y eso bien merece el precio de la entrada.
Título original: Ferrari Director: Michael Mann Guión: Troy Kennedy-Martin Fotografía: Erik Messerschmidt Música: Daniel Pemberton Reparto: Adam Driver, Penelope Cruz, Shailene Woodley, Jack O’Connell, Patrick Dempsey, Sarah Gadon, Gabriel Leone Distribuidora: Diamond Films Fecha de estreno: 09/02/2024