Si después de mantener relaciones sexuales de manera regular a lo largo de un año – y sin usar ningún medio anticonceptivo – una pareja no ha conseguido concebir, es momento de preguntarse por la fertilidad de los dos miembros de la pareja.
Antes de analizar la fertilidad del miembro masculino de una pareja, debemos aclarar que no es lo mismo ser infértil que estéril.
La esterilidad imposibilita el embarazo, mientras que la infertilidad puede ser tratada, y es un problema que afecta alrededor del 20 por ciento de los adultos sanos.
El sistema reproductor masculino
A la hora de analizar los problemas de fertilidad que pueda tener un hombre, debemos empezar por conocer bien como funciona el sistema reproductor masculino.
La uretra va desde la vejiga a la punta del pene, y por ella salen tanto la orina como el semen. A su lado, se encuentran unas cavidades que se llenan de sangre y que producen la erección del pene.
Por otra parte, el escroto de un hombre está situado detrás del pene, y en él se encuentra los testículos (que producen el esperma y la testosterona), el epidídimo (donde se desarrolla el esperma) y una parte del conducto espermático.
El esperma llega a la próstata desde el epidídimo a través de los conductos deferentes, y en esta glándula se produce el líquido que ayuda a que se transporten los espermatozoides al ser expulsados del cuerpo.
Las causas de la infertilidad masculina
Un hombre ve como su fertilidad disminuye cuando en el aparato reproductor que hemos descrito se produce una lesión o una enfermedad. Esto puede hacer que disminuya el número de espermatozoides, o convertirlos en anormales. Algunos factores que ocasionan esto son:
– Medicamentos que causan una eyaculación retrógrada. Es decir, que hacen que el semen no salga a través del pene y vuelva a la vejiga.
– Infecciones en los órganos sexuales
– Lesiones en los testículos, desde un accidente a cirugía
– Malformaciones congénitas del pene
– Exceso de alcohol o tabaco
– Padecer estrés
– Aparición de venas varicosas en el conducto espermático
Pruebas para conocer la fertilidad masculina
Cuando una pareja no consigue que la mujer quede embarazada en un tiempo prudencial es recomendable que ambos se sometan a pruebas de fertilidad. En el caso del hombre, esto implica acudir a un médico para que se le someta a un chequeo físico, se revise su historial sanitario y se le haga alguna de las siguientes pruebas:
– Prueba in vitro de la penetración del moco cervical por el esperma, destinada a saber si los espermatozoides son capaces de nadar y sobrevivir en el cuerpo de la mujer.
– Prueba de interacción postcoital entre el espermatozoide y el moco cervical, que se hace para demostrar que el moco cervical de la mujer y el espermatozoide se unen de manera correcta cuando hay un coito.
– Pruebas de aglutinación de espermatozoides, con la que se descubre si una infección o la existencia de anticuerpos llevan a que los espermatozoides se agrupen.
– Pruebas de inmovilización de espermatozoides, para conocer la forma como nadan los espermatozoides en dirección al óvulo.