Si Ud. no ha nacido en la República Argentina, no tiene porque saber que hoy 9 de julio de 2010 se celebra el centésimo nonagésimo cuarto ( 194 años bah) del aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional, pero para ser sincero es muy probable que haya muchos nativos, calificados en las encuestas como ”argentino medio” ,( el resto del adjetivo lo coloca el lector desde medio inteligente, hasta medio boludo no hay drama,) que tampoco lo sepan.
El mayor encanto entonces que tiene esta magna fecha es que es feriado, día no laborable, como aperitivo de las vacaciones de invierno que ya están próximas, ”no vamo a laburar papá”.
El fervor patriótico argentino se asentaba hace unos cuantos años atrás, sobre tres razones un tanto políticas y un tanto afectivas: Perón, Gardel y la vieja, si uno se encontraba dentro del país , y un poco más amplias cuando estaba fuera de la frontera, así fuese en un país vecino.
Entonces las razones del fervor patriótico se ampliaban incluyendo a la bandera, el mate, el dulce de leche, el tango, la camiseta del equipo de sus amores, la foto de la minita, etc. etc.
Pero las cosas fueron cambiando, y por transición también el fervor patriótico. Un ejemplo de ello es mi vecino, al que cariñosamente llamamos “José Franela” porque desde que compró auto, se lo puede ver diariamente pasándole el trapito, y quitando las hojas que el atrevido jacarandá debajo el cual estaciona, le deposita en el capot. Tanto es el empeño que José le pone a esta tarea, que su joven pareja ya evidencia en el rostro signos de estar por caer en la tentación de ponerle cuernos, al sentirse desplazada por este intruso mecanizado.
Y no crean que me olvidé del tema patriótico, para nada: el hecho es que mi vecino cuando la Selección Argentina , ganó el primer partido frente a Nigeria colocó una hermosa banderita argentina en su amado vehículo, y cintitas azules y blancas luego de Corea , Grecia y México, como una forma de manifestar su entidad argentina, hecho que fue imitado por miles y miles a lo largo de toda la república. Pero, apareció Alemania en el camino y desaparecieron las banderas de inmediato. Incluso hoy que es nueve de julio, día de la Independencia, no hay banderas argentinas a la vista. Desde mi ventana puedo observar el auto del vecino huérfano de banderas y cintas.
En las celebraciones por los parciales triunfos de la Selección, las banderas argentinas, escudos y escarapelas, tuvieron sus días de gloria y fervor patriótico, Maradona volvió a ser más importante que Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, y Presidente de la Asamblea que declaró la Independencia Argentina en 1816, al punto tal que nuestra PresidenTE, luego de la derrota, lo animó públicamente al exclamar: Claro que si, aguante Maradona.
Algo que queda minimizado ante la propuesta de un legislador porteño que ha lanzado la idea (?) de erigir en la ciudad de Buenos Aires un monumento a Maradona. Se imaginan si hubiera ganado el mundial ? Ya es un dios pagano para muchos, así que de haber logrado esa conquista se hubiese convertido en la Santísima Trinidad.
Y esto sería el “ Chovinismo o chauvinismo”, según le plazca, que es la creencia narcisista próxima a la paranoia y la mitomanía de que lo propio del país, o región, al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto. Ergo: Maradona.
De acuerdo a la versión de Mariano Arnal el “Chovinista es el que además de hacer del patriotismo (cuyo nombre más actual y moderno es el de nacionalismo) su señal única de identidad y por tanto de diferenciación y distinción, da muestras en el tema de un profundo papanatismo y se maneja intelectualmente con los clichés que grabó en su mente, sin reflexión alguna; hasta el punto de que cuando ya han caído el ídolo y la doctrina en que se sustentaba su patriotismo (léase también nacionalismo), sigue en ellos sin enterarse de que se ha quedado colgado de la brocha.”
Cuando Maradona astutamente pronunció la fallida frase: el que venga que siga este camino (sería bueno tomar otro, y que pase lejos de Alemania) esbozando un tímido renunciamiento a su cargo de DT. en Buenos Aires aparecieron carteles con esta leyenda: lógicamente instándolo a seguir, y que ni se le ocurra siquiera pensar remotamente de privar a los fanáticos de la selección argentina de tamaña profesionalidad técnica puesta de manifiesto en el mundial de Sudáfrica.Si los ilustres patriotas de aquel Congreso General de 1816, que declararon: ” Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo, la justicia que regla nuestros votos: Declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una Nación libre e independiente del Rey Fernando VII sus sucesores y Metrópoli quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación, y en obsequio del respeto que se debe a la Naciones, detállense en un Manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.”hubiesen tenido la oportunidad de ver que 194 años después Maradona sería más importante que ellos, y que España sería finalista en la copa mundial de futbol, otra sería la historia, o tal vez hubiesen dicho solamente: YO, Argentino. ¡
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