Nada mejor en estos días de “exaltación constitucionalista”, como dice Jaime Cedrún en este artículo para la ocasión, que intentar conocer la verdad de nuestra España. La verdad reciente y silenciada. Y sin duda, una de las mejoras herramientas para conocer la verdad es la cultura a través del cine. Porque hubo un tiempo cercano que el cine no era simplemente ocio y entretenimiento, sino fundamentalmente cultura. O mejor, Cultura con mayúscula. Esa es la razón de ser, por tercer año consecutivo, de FESCiMED, el Festival Internacional de Cine por la Memoria Democrática, del que podemos disfrutar hasta el próximo 8 de diciembre. El programa, pinchando aquí.
El festival arrancó con fuerza y emoción reconociendo al periodista de la Cadena Ser, Javier del Pino, su labor informativa contra la desmemoria en la sección “Vidas Enterradas” de su programa, “A vivir que son dos días” de la Cadena SER. El premio lleva el nombre de la que fuera gran abogada Lola González, víctima, que no heroína de una Transición que se hizo con luchas y sangre…
Personalmente considero a del Pino quizá el mejor periodista de radio en España. Más allá de su largo recorrido profesional nunca esconde su madrileña procedencia: Usera, tal como hace mi reconocida hermana filósofa. El galardón es una obra llena de alma realizada por la artista multidisciplinar y presidenta de “Arte y Memoria”, Amparo Climent. Fue ella quien realizó la entrega del galardón a del Pino, fundamentalmente porque Cristina Almeida tuvo la genial idea de atravesar Madrid en coche un día previo a puente. Claro…, llegó tarde.
Entrega del galardón a Javier del Pino por Amparo Climent
La profunda y penetrante voz del director de FESTIMED, el actor Carlos Olalla, dio inicio a un festival que en su primera jornada desbordó emociones y emotividad; pero también verdades argumentadas.De un tiempo a esta parte raro es el fin de semana que no voto algo y el festival nos ofrece la oportunidad de continuar ejerciendo la democracia, que a mí no me supone ningún trauma votar; el trauma sería no poder votar. Así pues, tras la entrega del galardón “Lola González” dio comienzo la sección oficial de cortometrajes, con Luchar por Europa (Vicky Calavia), La Nueve (Daniel H. Torrado), Brothers in Syria (Víctor Suárez Ballesteros) y Píldoras por amor (Vicky Calavia). Independientemente del sentido de mi voto, como muestra, aquí os dejo el trailer de La Nueve.
“Exilio”
Una vez ejercido el derecho al voto del público se proyectó la primera parte de un documental imprescindible, Exilio, cuyo “alma mater” es Pedro Carvajal, que allí anduvo en su silla de ruedas. Carvajal participó como pudo, pues le asaltaba la emoción, en un intenso dialogo posterior en el que también aportaron interesante y necesaria información para la formación Jaime Ruiz, presidente de AMESDE; Fernando Martínez López, historiador y exdirector general de Memoria y Ernesto Casanova, presidente del Ateneo Español de Méjico.
Sin ánimo de convertir esto en una interminable crónica, sí resaltaría las palabras de Jaime Ruiz referidas al “enorme hueco, vacío, despilfarro de talento que tuvo para el país” el exilio republicano. Recordó como ejemplo que sólo a Méjico llegaron quinientos médicos españoles, lo que supuso, en boca de Ernesto Casanova, el 10 por ciento de todos los médicos que tenía el país hermano.
El documental de Pedro Carvajal muestra el exilio que España padeció por todo el mundo y por todo el mundo donde hubo exilio está rodado, salvo Argentina, pues coincidió con la época del “corralito”, y fue complicado trabajar in situ allí. El director recordó de los protagonistas entrevistados “esa dignidad, esa entrega en todos” y, al igual que Casanova, no ahorró en elogios al presidente mejicano Lázaro Cárdenas, que si por él hubiera sido, se habría llevado a Méjico a todo el exilio.
El festival de cine es el complemento perfecto para despedir este 2019, en el que se han conmemorado el exilio republicano y en ello se sigue con excelentes exposiciones. Un asunto que abordó Fernando Martínez, que dejó clara su faceta agitadora para que se conozca a ese “gran desconocido” que es el exilio.
Desde la izquierda, Carvajal, Martinez, Ruiz y Casanova en el coloquio.
Pero Martínez fue más allá porque el objetivo también es “realizar reparaciones a los exiliados y sus descencientes”, así como enaltecer “los valores y virtudes del exilio republicano, que es la esencia de nuestra democracia. Esas virtudes republicanas son el cordón umbilical que une a los actuales demócratas con el exilio”. Además, el historiador quiso destacar que entre los 500.000 exiliados había muchísimas mujeres mayores, jóvenes y niñas; y que no sólo fue un exilio de grandes personalidades, sino de personas de “a pie” que tuvieron que salir de España por defender la democracia y la República. Gentes que supieron mantener la dignidad.Tres fechas importantes
Reveló Fernández también que a partir de 2020 habrá tres fechas importantes para conmemorar: una conmemorará a las víctimas del franquismo, otra a las víctimas del exilio y la tercera, ya existente el 5 de mayo, conmemora a las víctimas de las deportaciones.
Quizá la intervención más entrañable y repleta de anécdotas fue la de Ernesto Casanova, nieto de “cuatro abuelitos refugiados, sin ser famosos” que viajaron en el Sinaia. Rememoró precisamente lo que le contaron sobre la “calidez” de Méjico desde el desembarco, aquel primer día en Veracruz.
Hoy el asunto continúa con cortos españoles y con la sección oficial internacional y, claro, la proyección de Regresa el Cepa, con un posterior coloquio y la presencia de Unai Sordo, Guillermo Montesinos, José Manuel Cervino, y Gonzalo Miró.
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