Revista Cultura y Ocio

"Festen" ("Celebración") deThomas Vinterberg. Versión y dirección de Magüi Mira

Publicado el 18 marzo 2017 por Juancarlos53
En la sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán del CDN en Madrid se representa desde el pasado día 3 de marzo "Festen" de los daneses Thomas Vinterberg y Mogens Rukov según la adaptación teatral del también danés Bo Hr. Hansen. La puesta en escena corre de cuenta de Magüi Mira.
Teatro Valle Inclán, Movimiento Dogma, Magüi Mira
A Magüi Mira la admiro mucho desde que hace ya una pila de años (creo que fue en 1980 o 1981) la vi en el teatro María Guerrero dando voz y presencia al monólogo "La noche de Molly Bloom" escrito por quien era por entonces su marido, José Sanchis Sinisterra. El autor dramatizaba en este monólogo el último capítulo de la novela 'Ulises', de James Joyce en el que la mujer de Leopold Bloom reflexiona sobre el sexo, el matrimonio, las relaciones de pareja y el transcurso del tiempo.
Además de actriz magnífica, Magüi Mira ha sido, como en esta ocasión, directora teatral de no pocas obras: "¡Ay, Carmela!" de Sanchis Sinisterra en 2012; "Kathie y el hipopótamo" de Mario Vargas Llosa, "En el estanque dorado" de Ernest Thompson, y "Pluto" de Aristófanes en 2014; "El discurso del rey" del director de cine Tom Hooper a partir del guion escrito por David Seidler.en 2015; "César y Cleopatra" de Emilio Hernández en 2016; y ahora, en 2017,  "Festen".

Lars von Trier, Thomas Vinterberg, Magüi Mira

Cartel de la película


"Festen" es una adaptación al teatro de una historia creada por los daneses Thomas Vinterberg y Lars von Trier, fundadores del ya extinto movimiento fílmico vanguardista 'Dogma' (los postulados del movimiento pueden verse aquí) cuya primera manifestación fue la película "Festen" ("Celebración") dirigida por el mismísimo Thomas Vinterberg en 1998, film que fue muy bien recibido y que obtuvo el Premio del Jurado del Festival de Cannes. Dejando a un lado los presupuestos estéticos y de realización cinematográficos propios del movimiento Dogma que vistos hoy parecen más una chiquillada o un mero intento de reducir costes, la película danesa pone sobre el tapete un tema: el poder abusivo y corrupto dentro del ámbito familiar.
Tras asistir a la magnífica puesta en escena realizada por Magüi Mira que cuenta con un elenco sobresaliente de 10 actores todos ellos excelentes  -Carolina África, Roberto Álvarez, Carmen Conesa, Manu Cuevas, Karina Garantivá, Gabriel Garbisu, David Lorente, Jesús Noguero, Clara Sanchis, Isabelle Stoffel-, decidí ver la vieja película que un día ya muy lejano había contempado con sorpresa. El resultado fue que el tiempo, juez inexorable, se ha ensañado con la cinta mientras que la representación teatral, -desde el punto de vista temático y textual muy pegada a la obra escrita por Vinterberg-, destaca sobre ella por su frescor, su poesía y su autenticidad.
Muchos os preguntaréis de qué va la historia que se muestra sobre las tablas. No quisiera estropear la magia de la representación. Por ello me remitiré a lo que dice la propia Magüi Mira en el programa de mano: 
"Christian, después de años de ausencia, vuelve al hogar de sus padres con sus hermanos y familiares, a celebrar el 60 cumpleaños de su padre, el poderoso Helge. La cena en la que se celebra el feliz aniversario empieza con un discurso de Christian en el que denuncia el incesto al que su padre le ha sometido de niño, a él y a su hermana gemela muerta. Incredulidad general. Pero sus palabras atraviesan como una onda eléctrica el cuerpo de su familia. El secreto se rompe en pedazos. Aparecen las palabras en los silencios, los gritos del alma y los choques brutales y violentos. La familia trata de cerrar su herida que ahora sangra con sangre roja. Hay que asesinar al padre. Un texto de nuestro tiempo. Imprescindible. Intenso. Bello. Salvaje. Un análisis lúcido del fascismo latente en la sociedad clasista y patriarcal en la que vivimos. Festen no solo habla sobre el incesto y la pedofilia, es ante todo un texto que nos habla de la brutal cohesión de la hipocresía social" (Magüi Mira)
A esto añado yo: un lirismo visual pocas veces visto en teatro, el mundo del aquí y del allá poéticamente muy logrados, símbolos muy sugerentes, belleza plástica, música interpretada en directo en ciertos momentos de la representación por varios de los actores (Clara Sanchis y Carmen Conesa, piano; Jesús Noguero, acordeón), el vestuario de Lorenzo Caprile que contribuye a la belleza y simbolismo presentes en el drama, la música, la iluminación... y, sin lugar a dudas, ese escenario en el que aparece la mesa del salón comedor alrededor de la cual se sientan los miembros de esta familia de clase alta que son contemplados, con asombro, por los espectadores que, situados a izquierda y derecha de este salón y a distancia escasa de los propios actores, se convierten en partícipes del terrible ágape familiar que se desarrolla ante sus ojos y que casi pueden tocar.
Se puede ver en el teatro Valle-Inclán de Madrid hasta el próximo día 9 de abril. 

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