Además de celebrar el Año Nuevo Chino, en Taiwan se festeja paralelamente el Festival de las Linternas, una fiesta en la que miles de faroles se elevan y el cielo de Pingxi se convierte en un océano de luces y deseos.
Los orígenes del Festival de las Linterna
Antiguamente este ritual era llevado a cabo en la ciudad, para avisar al resto de la región de posibles invasiones y ataques hostiles. Una costumbre asociada con la guerra y la protección de un pueblo se convirtió, de a poco, en un símbolo de alegría y esperanza.
Las linternas y faroles son un elemento muy importante dentro de la cultura china. Se cree que se originaron a partir del año 250 a.C, siendo los primeros aparatos portátiles de iluminación de la civilización. Este origen milenario las hace protagonista de muchas celebraciones y rituales contemporáneos que buscan reavivar y mantener vigente las tradiciones más primitivas de la cultura asiática.
Muchas linternas del festival contienen símbolos y colores relacionados con la buena suerte y con deseos positivos para el año que comienza.
Pingxi se llena de luz
Además del famoso ritual, las linternas y los faroles comienzan a poblar las ciudades desde temprano. Las casas y los locales comerciales las cuelgan de sus fachadas, preparando el escenario para los desfiles que tienen lugar luego del lanzamiento de las linternas.
Payasos, acróbatas, gigantes dragones rojos, músicos y enormes representaciones del zodíaco chino caminan por las calles al ritmo de la música. También se trata del momento ideal para probar las delicias gastronómicas locales, muchas de ellas vinculadas con frutos marinos.
Lanzamiento de los faroles
La mayoría de los faroles que se lanzan en el marco del festival son fabricados tradicionalmente por sus habitantes en papel, tela de arróz y bambú. Sobre la parte exterior del papel o la tela colocan mensajes conteniendo deseos y en el interior se deja lugar para una mecha que permite que el globo ascienda.
Conseguir una buena ubicación para apreciar el espectáculo, es una de las tareas más difíciles del festival. Sin embargo, el ritual resulta inolvidable desde cualquier ángulo. Los lanzamientos tienen lugar cada 15 minutos. El principal protagonista del evento es un farol de mayor escala que tradicionalmente es prendido por alumnos de colegios de la zona.
Las imágenes que ilustran la nota pertenecen a Jirka Matousek.