“Hace más de 2.500 años, un hombre que había estado buscando la verdad durante muchas, muchas vidas, llegó a un lugar tranquilo al norte de la India y se sentó bajo un árbol. Siguió sentado bajo el árbol y, con inmensa decisión, hizo el voto de no levantarse hasta haber hallado la verdad.
Al anochecer, se cuenta, conquistó todas las fuerzas de los engaños; y por la mañana temprano, tan pronto como la estrella Venus aparecía en el cielo del amanecer, el hombre fue recompensado por su incansable paciencia, disciplina y concentración impecable, alcanzando la meta final de la existencia humana: La iluminación.
En ese momento sagrado, la tierra misma se estremeció, como “borracha de encanto”, según nos dicen las escrituras. “Nadie en ningún lugar estuvo enfadado, enfermo o triste; nadie hizo mal alguno, nadie se sintió orgulloso; el mundo se volvió callado, como habiendo alcanzado la plena perfección……..Aquel hombre fue conocido como el BUDA”.
*Libro Tibetano de la Vida y la Muerte. (Sogyal Rinpoché. Capítulo 5)
Bodhi Tree. Bodhgaya (INDIA) © 2011 Jose Ferrer
A estas horas en la mayor parte del continente asiático, y también otras países del mundo, se celebra el Festival de Wesak también llamado Vesak, Budha Purnima o Puja Visakah, por citar alguno de sus numerosos nombres. La fecha de su celebración, varia de un año a otro, ya que se tiene en cuenta el calendario lunar y puede caer entre los meses de abril, mayo o junio (de nuestro calendario).
Es una de las festividades más importantes dentro del BUDISMO en la que se recuerda y conmemora 3 acontecimientos destacados como son el nacimiento, la iluminación y parinirvana (muerte física) de Siddhartha Gautama “BUDA”, el “Iluminado” o “Principe de la Luz”.
Esta triple aniversario se realiza en la tradición Theravada mayoritaria en el Sudeste Asiático (Sri Lanka, Myanmar, Laos, Tailandia o Camboya) y en gran parte de la Mahayana predominante en India, Nepal, Tibet, Buthan, Japón o China. En otras corrientes, dentro de la propia Mahayana, hay incluso quienes rememoran cada etapa de la vida de Buda, por separado, en 3 fechas distintas a lo largo del año.
Mahabodhi Temple. Bodhgaya (INDIA) © 2011 Jose Ferrer
Han sido incontables el número de personas que han estudiado, hablado o escrito sobre aquel joven que parecía estar destinado a gobernar como emperador y prefirió renunciar a la riqueza material y los apegos mundanos para descubrir la verdad, liberarse del sufrimiento y compartir su experiencia vital con el resto de la humanidad.
A pesar de haber transcurrido siglos, su mensaje transformador -invitando al autoconocimiento, la introspección y la indagación de uno mismo- continúa vivo, despierto y muy presente. ¿No cabría preguntarse como es posible que a pesar del paso del tiempo haya llegado a tantas personas diferentes, multitud de rincones y cada vez se abra más camino en el mundo occidental?
Monjas budistas tailandesas. Bodhgaya (INDIA) © 2011 Jose Ferrer
En cada país budista, dependiendo de linea o tradición a la pertenezcan, siguen sus propios rituales y ceremonias. Pero lo que es seguro es que desde anoche los cantos, mantras y oraciones se sucederán, unos tras otros, y los altares se llenarán de ofrendas, inciensos, velas, flores y frutos.
Cuentan que cuando Buda estaba a punto de abandonar este mundo le dijo a su incondicional discípulo Ananda que no llorase por su partida porque todo en esta vida era impermanente. Así mismo, pidió que no le adorasen porque, según él, la forma verdadera de honrar su memoria era seguir practicando, en primera persona, sus enseñanzas (Dharma) en beneficio de todos los seres vivos y difundir así su propósito de compasión, liberación y paz.
Se me ocurrió que, aprovechando este día tan señalado, era bonito compartir un valioso trabajo histórico, artístico y documental que hace un recorrido, a mi parecer magistral, siguiendo la vida de Buda a través de 4 lugares claves que hoy se han convertido en santuarios: Lumbini (Nepal), Bodhgaya, Sarnat y Kushinagar (India).
La peculiaridad de esta obra es que combina e integra rigurosidad, cercanía, conocimiento y modernidad. Está repleta de detalles. Los dibujos, poemas y melodías que lo acompañan crean una atmósfera envolvente, armoniosa y brillante. Alegre, visual, entretenida y didáctica, es más que recomendable para todo tipo de públicos sin importad edad, condición social, religiosa, política o cultural.
Estoy hablando de “The Buddha” dirigida por David Grubin y narrada por Richard Gere, budista confeso.
(Al final del post, pongo el enlace para ver la película completa en versión original)
Fotograma de “The Buddha” David Grubin
Por otra parte, invito a indagar en la web oficial pues no solamente hay información adicional sobre este estupendo film y las personas participantes en el mismo, todas vinculadas de una u otra manera al Budismo, sino que además contiene material, diferentes recursos y curiosidades sobre la vida y enseñanzas de Siddharta así como propuestas para ponerlas en práctica.
Confieso que a veces me siento como una pequeña gota de agua dentro de un océano común inmenso, veo que vivimos en una sociedad “en apariencia” marchita en la que cuando se trata de mirar hacia dentro, preferimos mirar para fuera y culpar a otro u otros de nuestras necesidades, males y carencias. Nos preocupamos, excesivamente, por cuidar lo externo pero sinceramente ¿cuando tiempo dedicamos a cultivar nuestro interior, a reconocer nuestras sombras, observar lo que pensamos, cómo actuamos y sentimos?
Nadie dijo que sea tarea fácil, que no requiera esfuerzo y compromiso incluso dolor -en ciertos aspectos- pero una cosa está clara y es que parece que todos, en esencia, tenemos la misma oportunidad de aprender a conocernos, aceptarnos, amarnos y, desde ahí, expandir esa felicidad.
…….¿Quien no quiere ser feliz, vivir una vida plena y consciente y abandonar el sufrimiento?
Ver documental “The Buddha” de David Grubin