En otras ocasiones ya he escrito sobre FICARQ, el Festival de Cine y Arquitectura de Avilés y único sobre este tema en España. Hace unos meses sus organizadores editaron un libro negro con un formato parecido al de una libreta Moleskine, donde se hace un resumen de lo sucedido el año pasado, en la primera edición del Festival; un librito diseñado con cariño y eficacia por Ricardo Villoria, que recoge fotografías y textos de la mayoría de los participantes, tanto arquitectos como "estrellas" de la pantalla.
Entre estos textos he elegido fragmentos de los menos coyunturales y aquellos que tiene más relación con el cine y la arquitectura, por orden de aparición en sus páginas. Ramiro Losada escribe: "En manos de la imagen en movimiento -el cine y sus derivados, la televisión y el audiovisual en internet- está por saber si podrá cambiar la visión que tenemos de los edificios, al igual que ocurrió con la fotografía y la arquitectura en la modernidad."
David Rivera hace una consideración general: "Hace ya un par de décadas que los historiadores y críticos de la arquitectura nos hemos dado cuenta de que debemos utilizar la imagen cinematográfica, con su enorme poder simbólico, como un medio de enorme precisión para estudiar la eficacia y el funcionamiento de nuestras ciudades y edificios. Podemos observar que una gran cantidad de películas muy conocidas por el público retratan y presentan la arquitectura de maneras diversas y casi siempre intencionadas, con lo que ejercen una crítica espontánea. A través de la narración cinematográfica el mundo de la cultura ha dado lugar a una manera de entender la arquitectura que llega mucho más lejos que la otra, la de la crítica oficial, y ello no sólo porque alcanza a un público más amplio que a menudo no es admitido en los debates “serios” sobre arquitectura, sino porque el análisis que hacen las películas “entra por los ojos” y permite demostrar físicamente los problemas y consecuencias funcionales de la arquitectura soñada y realizada".
La arquitecta Esther Roldán describe los debates "sobre cuestiones tan actuales e importantes para la sociedad como la escala de nuestras ciudades o el fracaso del modelo de crecimiento urbano de las últimas décadas y su reflejo en el cine, tanto de ficción como documental".
Por último, el también arquitecto Rogelio Ruiz Fernández escribe sobre "la tremenda sed de nuestros compañeros por actividades que generen debate, que muevan en nosotros lo que nunca debe parar, la necesidad imperiosa de comprender y compartir experiencias y sentimientos artísticos" y el interés en esos debates fue "como no nos gusta reconocer a los arquitectos, la muestra de que, como indicaba alguno de los cortos, la gente es más importante que el propio cine o la arquitectura".
Este post se titula FICARQ 14 porque entre el 15 y el 19 de julio de este año también se celebrará este Festival y, de hecho, el equipo dirigido por Ana Muriel ya tiene muy avanzada la programación de las proyecciones y de las actividades paralelas.