Fichas disparatadas: doctor magnético

Victor Don Magnus es un gitano que nació y creció en Gonorrea, capital de la República de Venérea, un pequeño país centroeuropeo gobernado por aquel entonces, y en años posteriores, por el Barón Tristón.
Como dato histórico-geográfico, os diremos que Venérea (que cuenta con una extensión aproximada de 1.500 km², y limita con Hungría, Rumanía y Serbia) se vió sometida desde la antigüedad a constantes intentos de anexión y conquista, y la guerra ha convulsionado la región en diversas ocasiones. Romanos, bárbaros, hunos y otras grandes civilizaciones han atravesado sus verdes valles y escarpadas montañas. Es en la Edad Media cuando se funda el reino de Enérea (al principio se llamó así) o, por lo menos, cuando se producen las primeras constataciones históricas del país como tal. Desde entonces hasta ahora ha mantenido un sistema feudal casi inalterado, en el que un monarca rige los destinos de todos los venéreos.
Por cierto: también os diremos que Enérea pasó a llamarse Venérea porque en el país, altamente conservador, durante muchos años por un Decreto-Ley estuvieron prohibidos los preservativos, y claro... la población cogía unas enfermedades más raras... que un perro verde. Al menos las clases más bajas (ya que los ricos los obtenían en el mercado negro). Esas enfermedades provocaron infinidad de alteraciones genéticas (provocando a menudo la aparición del llamado Gen X) entre las familias menos pudientes del país.
Pero volvamos a la historia de Victor Don Magnus, que ya nos estamos dispersando más de la cuenta... os diremos que el muchacho se crió en un campamento ambulante de zíngaros que recorrían Venérea con su espectáculo freak (un circo grotesco lleno de seres deformes, tullidos y personas con diversas amputaciones, causadas por las enfermedades venéreas, claro), donde él (hijo de la mujer barbuda y el hombre imberbe) era la atracción principal, ya que en realidad era un poderoso mutante con la sorprendente habilidad de generar y controlar campos magnéticos a su antojo, cualidad que causaba el delirio más absoluto del público.
Aún así, a medida que pasan los años, Victor se siente más y más molesto al darse cuenta de que el estado de su país no sólo no ayuda a su raza, sinó que la desprecia, discrimina y oprime sistemáticamente. Tanto por gitanos, como por deformes.
Llega un momento en el que esta situación se hace insostenible para él, y al cumplir la mayoría de edad decide dar un cambio radical a su vida, y con sus pocos ahorros emigra a Inglaterra dispuesto a estudiar y labrarse un porvenir, para regresar convertido en un hombre "de provecho" capaz de ayudar a los suyos desde una posición privilegiada.
Una vez en Londres pasa los años siguientes trabajando de día y estudiando de noche, hasta que finalmente consigue (valiéndose de su extraordinario intelecto), convertise en un físico tan eminente que no tarda en destacar como un auténtico referente mundial en dicha disciplina.
Es entonces cuando regresa a Venérea, donde el Barón Tristón lo recibe casi con tantos honores como si se tratase de un Jefe de Estado. Lo que en un principio no sospecha el mandatario es que Victor ya conspira contra él desde la sombra, erigiéndose en el líder indiscutible de la oposición clandestina, un movimiento revolucionario en el que militará varios años, precisamente hasta que es decubierto y arrestado junto a otros destacados opositores.
Pasa los años siguientes en prisión, acusado de alta traición a su patria. Las contínuas torturas a las que es sometido durante su cautiverio (lo obligaban a ver American Idol las 24 horas) no hacen sinó incrementar su odio hacia el régimen del Barón Tristón.
Pero la ONU comienza a ejercer cada vez más presión ante el gobierno de Venérea para que libere a los opositores políticos que no tengan delitos de sangre. Sabiéndose en el punto de mira internacional, el gobierno venéreo trata de lavar su imagen promulgando un indulto para algunos de estos presos políticos, entre los que se encuentra Victor (ya que aunque Tristón lo consideraba uno de los opositores más peligrosos, dada su notoriedad pública como físico tan eminente no se atrevió a retenerlo por más tiempo).
Es entonces cuando cierto profesor norteamericano (postrado en una silla de ruedas) llega a Venérea, siguiendo la pista de los metahumanos que exísten repartidos por el mundo, y se lo lleva con él de regreso a Nueva York.
Una vez allí, ambos perfeccionan juntos las habilidades de Riñón, una máquina portentosa capaz de potenciar las habilidades extrasensoriales de los telépatas.
Pero un desgraciado accidente doméstico (relacionado con cierta barbacoa dominguera) desfigura por completo el rostro de Victor, que termina huyendo, ya completamente desquiciado, del hospital neoyorkino en el que es ingresado.
Así, en brazos de la demencia más absoluta, Victor Don Magnus asume el rol del supervillano enmascarado conocido como Doctor Magnético, y regresa de incógnito a Venérea, donde excusándose en la revolución del oprimido pero numeroso pueblo gitano y tullido, y con la ayuda de un numeroso ejército mercenario, logra expulsar definitivamente del trono al Barón Tristón, asumiendo él mismo el liderazgo de la nación balcánica, e instaurando la sede central del gobierno en el antiguo castillo de la monarquía al que ahora se conoce como Castillo de Sífilis.
Una vez consumada su largamente ansiada venganza contra Tristón, ahora el objetivo de su obsesiva revancha es el profesor norteamericano al que acusa (con toda la razón del mundo, todo hay que decirlo), de ser el causante del accidente que desfiguró su rostró y dasató su locura.
Para consumar su pérfido plan, el Doctor Magnético trae a sus filas a algunos de los metahumanos a los que, por diversas razones, en su momento el profesor había desechado. Estos metahumanos son Linterna Rosa, el Power Ranger de Texas, el Cabo Almería y Ratzinger Z.
También hay quien relaciona al Doctor Magnético (aunque esto aún no ha podido probarse) con un imperio ilegal en Estados Unidos sustentado en una trama descomunal de casinos, burdeles y tráfico de estupefacientes, imperio del que obtendría la financiación necesaria para sustentar su gran ejército de mercenarios.
La pregunta es: ¿llegará su venganza contra el Profe y sus chicos a buen puerto?.