Revista Cómics
Si hay un individuo que sea realmente misterioso, ese es, sin duda alguna, el extravagante líder de La Patrulla Vengadora, alias el Profe. Nadie conoce su nombre de pila, ni su edad, ni tan siquiera su titulación académica (si es que la tiene, claro). Entonces... ¿hay alguien que pueda asegurar que verdaderamente sea "profe" de algo?. Lo cierto es que no, pero es innegable que el hombre tiene un puntito de mad doctor bastante inquietante, y siempre está experimentando con aparatos y brebajes de todo tipo.
Lo único que se sabe a ciencia cierta de él, es que es el propietario de una fantástica mansión-escuela (para jovenes superdotados) situada en una discreta zona al noroeste de las afueras de Nueva York, lo que unido al hecho de saber que tiene un fiel mayordomo a su servicio, hace suponer que el tipo debe contar con una gran fortuna en su haber. Como y cuando obtuvo tal fortuna sigue siendo un gran misterio. Eso sí: por más dinero que el Profe pueda tener, eso no impide que sea como un tubo de dentífrico casi acabado (vamos, que para que suelte la "pasta" hay que APRETARLO a base de bien).
Aunque a primera vista su decrépito aspecto le hace parecer bastante frágil (calvo cual bola de billar, eternamente postrado en una silla de ruedas y con un gran parche en el ojo), lo cierto es que en realidad posée una mente privilegiada que lo convierte (dicen) en uno de los telépatas más poderosos del mundo. Pero... ¿de donde provienen entonces las minusvalías que presenta?. ¡Otro misterio sin resolver!.
El Profe también es un amante incondicional de las mascotas (principalmente de los gatos), aunque por una serie de "infortunios" totalmente ajenos a su voluntad, no suele contar con mucho tiempo para encariñarse con ellos (y sinó que se lo pregunten al bueno de Trípode).
Desde que fue testigo de la primera mutación de su ayudante, el Dr. Barney, el Profe se obsesionó absolutamente con descubrir y reclutar a otros metahumanos con los que formar un equipo de "superhéroes". Para tal fin construyó una máquina especial que potenciaba sus dotes de telépata. Bautizó a dicha máquina con el sobrenombre de Riñón (ya que, según confesaría en cierta ocasión, varios de los componentes empleados para fabricarla le "costaron un riñón").
La némesis del Profe es el peligroso supervillano europeo conocido como Dr. Magnético, un antiguo discípulo suyo, que en su día incluso le ayudó a crear a Riñón. Desde el fatídico día en que uno de los brebajes del Profe causara la explosión accidental que le desfiguró el rostro, el malvado se la tiene jurada.