Revista Religión

Fidelidad sin condición

Por Inevitability

Blog_MeditacionesViernesTú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto,
Y escuchaste su clamor junto al Mar Rojo.
Entonces hiciste señales y maravillas contra Faraón,
Contra todos sus siervos y contra todo el pueblo de su tierra;
Pues supiste que ellos los trataban con soberbia,
Y Te hiciste un nombre como el de hoy.
Dividiste el mar delante de ellos,
Y pasaron por medio del mar sobre tierra firme;
Y echaste en los abismos a sus perseguidores,
Como a una piedra en aguas turbulentas.
Con columna de nube los guiaste de día,
Y con columna de fuego de noche,
Para alumbrarles el camino
En que debían andar.
Luego bajaste sobre el Monte Sinaí,
Y desde el cielo hablaste con ellos;

Les diste ordenanzas justas y leyes verdaderas,
Estatutos y mandamientos buenos.
Les hiciste conocer Tu santo día de reposo,
Y les entregaste mandamientos, estatutos y la ley
Por medio de Tu siervo Moisés.
Les proveíste pan del cielo para su hambre,
Les sacaste agua de la peña para su sed,
Y les dijiste que entraran a poseer
La tierra que Tú habías jurado darles.

Pero ellos, nuestros padres, obraron con soberbia,
Fueron tercos y no escucharon Tus mandamientos.
Rehusaron escuchar,
Y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos;
Fueron tercos y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto.
Pero Tú eres un Dios de perdón,
Clemente y compasivo,
Lento para la ira y abundante en misericordia,
Y no los abandonaste.
Ni siquiera cuando hicieron
Un becerro de metal fundido
Y dijeron: ‘Este es tu Dios
Que te sacó de Egipto,’
Y cometieron grandes blasfemias,
En Tu gran compasión,
Tú no los abandonaste en el desierto.
La columna de nube no los dejó de día
Para guiarlos en el camino,
Ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino por donde debían andar.
Y diste Tu buen Espíritu para instruirles;
No retiraste Tu maná de su boca,
Y les diste agua para su sed.
Por cuarenta años proveíste para ellos en el desierto y nada les faltó,
Sus vestidos no se gastaron ni se hincharon sus pies.
También les diste reinos y pueblos,
Y se los repartiste con sus límites.
Tomaron posesión de la tierra de Sehón, rey de Hesbón,
Y la tierra de Og, rey de Basán.

Nehemías 9:9-22

La misericordia de Dios es tan grande, su fidelidad me asombra, no cumple nuestros estándares de justicia y sed de venganza, Él va más allá de nuestras expectativas, a pesar de nuestra falta de fidelidad e infidelidad Él realmente permanece fiel, aún si en el proceso su nombre que es santo y sublime pueda ser señalado por los hombres “¡¿pero como los bendices después de todo lo que han hecho?!”.

Estas tan seguro de lo que eres Padre y de porque haces lo que haces, que no te importan las expectativas de otros, únicamente ser FIEL, y es ahí cuando las palabras de apóstol cobran un sentido aún más asombroso, no depende del que quiere ni del que corre sino  de Dios que tiene misericordia.

Ayúdanos a confiar y descansar en TI.


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