Fiesta de Nuestra Señora de la Paz, 28 de julio
José Antonio Benito
La fiesta se celebra el 28 de julio, el día de las fiestas patrias en el Perú. Fue solicitada por los obispos del Perú a la Santa Sede a propósito del terrorismo sufrido en la década de los ochenta y noventa. Mons. Alberto Brazzini preparó el propio que luego aprobó la Congregación para el Culto Divino.
La iglesia del Perú la celebra litúrgicamente como fiesta y cuenta con lecturas propias para la Misa, así como bellos textos para la Liturgia de las Horas. (Liturgia de las Horas propio de los santos del Perú, Comisión Episcopal de Liturgia, CEP, Lima, 1996pp.63-84).
Su advocación tiene una bella representación en la imagen venerada en una de las capillas de la catedral de Lima, justo la dedicada al Santísimo Sacramento. Según el historiador del arte, P. Antonio San Cristóbal, su retablo procede de la iglesia supresa del Hospital de San Juan de Dios o San Diego cuyo solar se encontraba en la actual plaza de San Martín. Se trasladó en 1850 y en la misma figuraban los restos del arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero con su valioso monumento funerario, con una estatua orante del prelado, obra de Martín Alonso de Mesa hoy trasladado a una capilla propia en la parte de la epístola.
En uno de los nichos de la pared lateral derecha, quizá por ser religioso hermano de san Juan de Dios, están los restos del Hermano Francisco Camacho:
"Al Dios más grande y bueno/
Al Venerable Siervo de Dios Fr. Francisco Camacho/
preclaro hijo de la Orden Hospitalaria/
Padre de todos los pobres/
imitador verdadero de san Juan de Dios,
nacido en Jerez de la Frontera en 1629.
Renacido en Lima del Perú en 1698.
Su Instituto devotamente le ofrece,
dedica y consagra este sepulcro por mandato y autoridad
de la Sagrada Congregación de Ritos el año del Señor de 1930."
Fuera de Lima, en concreto, en la diócesis de Chiclayo, desde 1985, por iniciativa de su obispo, D. Ignacio Orbegozo, se erige su sede, un Santuario con este nombre de Nuestra Señora de la Paz, cuya bella imagen fue bendecida por san Juan Pablo II en su visita al Perú de Chiclayo y que cuenta con el gran concurso de fieles y un fervoroso convento carmelitano.
Señora y Madre nuestra, Virgen Santa María, Reina de la Paz, Protectora de nuestra Iglesia Diocesana:
Venimos hasta ti para rogarte por la paz.
La Paz que el mundo busca sin encontrar.
La Paz que tu Hijo Jesucristo vino a traernos.
La Paz cuya única fuente verdadera es Cristo Jesús.
Rogamos que intercedas por nosotros para que nos abramos a la paz que viene de Dios.
La paz que es fruto de la justicia; que tiene como alma el amor a Dios y al prójimo.
Paz que exige que el hombre renuncie a la envidia y a la ambición, al orgullo y al egoísmo.
Acudimos a ti para que esa paz que Dios nos ofrece en Jesús, la recibamos, la conservemos y la llevemos al mundo.
Ayúdanos para que seamos artífices de la Paz.
Que tu maternal auxilio nos haga valientes, pacientes y eficaces para comprometernos a trabajar por la justicia, fundamento de la paz que todos necesitamos.
En América, cabe destacar que hay países como El Salvador que tienen a Nuestra Señora de la Paz como la advocación nacional más importante, a raíz de la pacificación en los primeros años de la república independiente entre monualcos y migueleños en enero de 1833.. Desde este momento llegó la paz a la región y cesaron las revueltas. La imagen de Nuestra Señora de la Paz fue coronada canónicamente el 21 de noviembre de 1921.
En Venezuela, se levantó el Monumento a la Paz (Virgen de la Paz), escultura colosal conmemorativa de la Virgen María, realizada en concreto, localizada a 11 km al suroeste de la ciudad de Trujillo, en Venezuela con 46,72 metros de altura, 16 metros de frente y 18 de lado en la base y unas 1200 toneladas, siendo la segunda estatua más grande de América Latina, después de la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro en [[Brasil] y la Estatua de La Libertad (sin su base). También es la estatua dedicada a la paz más alta del mundo.
En Europa, la estatua original de Nuestra Señora de la Paz fue solemnemente coronada el 9 de julio de 1906 por el arzobispo de París, en nombre del Papa San Pío X. Durante los agitados años de la Primera Guerra Mundial, el Papa Benedicto XV añadió a Nuestra Señora de la Paz a la Letanía Lauretana.
Que esta advocación por tantos lugares del mundo y celebrada en nuestra patria, sirva para orar por nuestro Perú en su fiesta nacional. Les comparto la deliciosa canción de romería del Santuario de la Paz de Chiclayo.
https://www.youtube.com/watch?v=b3RFK90ERuE
CANCIÓN DE ROMERIA
Voy en busca de un tesoro,
voy buscando un manantial,
en tu regazo lo encontré,
en ti señora de la paz.
Tienes un trozo de rosas,
oh señora de la paz,
quiero en mi vida tenerte yo,
como en un trono madre de Díos (bis).
Al llegar a tu presencia,
no quisiera ya marchar,
junto a tu lado en oración,
siente alegría mi corazón(bis)
En ésta tierra norteña,
nuncadejes de brillar,
noches de luna días con sol,
eres oh madre vida y calor.
(Fotos. Gentileza de Fernando López)